Consejero de Trump propone deportaciones sin juicio, incluyendo a quienes piden asilo.

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Foto: SPLC

Stephen Miller, uno de los arquitectos más destacados de la política migratoria del presidente Donald Trump, ha provocado nuevamente controversia tras defender de manera pública la expulsión inmediata de millones de inmigrantes, incluidos aquellos con solicitudes de asilo aún en proceso, sin la necesidad de una audiencia judicial ni un examen individual de sus circunstancias.

En un video que se ha difundido ampliamente en redes sociales, y que ha recibido comentarios bastante negativos, Miller argumentó que el sistema legal estadounidense no puede garantizar el debido proceso a quienes, a su parecer, ingresaron al país de manera irregular, pero que tampoco está obligado a prepararse para ello.

“Si los cerca de 15 millones de inmigrantes indocumentados tuvieran acceso a un juicio, necesitaríamos siglos para deportarlos”, afirmó.

Para el asesor, la falta de un proceso legal al momento de ingresar al país elimina cualquier garantía en el futuro. “Si no hubo debido proceso para entrar, no tiene sentido que haya uno para salir,” agregó, provocando reacciones contundentes.

Las declaraciones han alarmado a juristas, académicos y legisladores, quienes advierten que esta postura es no solo extrema desde una perspectiva política, sino que también contradice principios fundamentales de la Constitución y del propio sistema migratorio de EE. UU.

La postura de Miller no se limita solo al debate sobre la inmigración irregular. Un análisis reciente del New York Times indica que el asesor ha comenzado a presentar a los migrantes y a sus descendientes como un problema estructural para Estados Unidos.

Miller ha afirmado que “siete décadas de migración han generado millones de personas que reciben más de lo que aportan”, pero esta posición, que no es nueva, ha sido desmentida durante años por numerosos estudios académicos e informes económicos.

El Times destacó que este discurso acompaña los esfuerzos del entorno de Trump para eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento, una iniciativa que busca frustrar que los hijos de inmigrantes indocumentados obtengan automáticamente la nacionalidad estadounidense.

Expertos citados por el periódico y centros de investigación han cuestionado seriamente la base de estas afirmaciones. Los estudios sobre movilidad social muestran que los hijos de inmigrantes suelen alcanzar niveles educativos más altos, mejores ingresos y una integración progresiva en comparación con la generación anterior.

Para muchos analistas, el discurso de Miller no se fundamenta en evidencias, sino en una visión ideológica que percibe la migración como una amenaza cultural, una interpretación que contrasta con la historia migratoria de Estados Unidos. Por ejemplo, el presidente Trump es nieto de un inmigrante alemán y hijo de una inmigrante.

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