Foto: Archivo CN360
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha calificado al mandatario estadounidense Donald Trump como un “pirata del Caribe” en respuesta a la incautación de un buque petrolero vinculado a Venezuela por parte de fuerzas estadounidenses en aguas del Caribe. Este acontecimiento ha incrementado la tensión política entre Washington y varios gobiernos aliados de Caracas.
Díaz-Canel utilizó este término en mensajes divulgados a través de redes sociales y en declaraciones oficiales, donde denunció lo que considera un acto de piratería y robo en alta mar, atribuyendo la responsabilidad política a la estrategia promovida durante la administración Trump, que La Habana sostiene se mantiene como parte del esquema de sanciones contra Venezuela.
Cuba y Venezuela han denunciado repetidamente las sanciones estadounidenses como medidas “ilegales” y “coercitivas”, mientras que Washington defiende que se trata de herramientas legítimas para ejercer presión sobre gobiernos que considera autoritarios o responsables del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
El gobierno cubano, junto a otros actores internacionales, considera que la intercepción del buque representa una violación del derecho internacional y de la soberanía regional, dado que se trataba de una embarcación que transportaba crudo venezolano.
“En una inédita afrenta a las normas internacionales, como en los tiempos de Drake y Morgan, Donald Trump acaba de lanzar a sus piratas sobre un petrolero de Venezuela, apoderándose sin pudor de la carga, como un vulgar ladrón”, declaró.
Hasta ahora, Estados Unidos no ha respondido directamente a las afirmaciones del presidente cubano, aunque ha defendido esta operación como parte del cumplimiento del régimen de sanciones contra el gobierno venezolano.
