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Texto: Fede Gayardo
La firma española Tabacalera, socia de la estatal Cubatabaco en la empresa mixta Habanos S.A., ha iniciado un proceso acelerado para desvincularse del empresario Chen Zhi, un magnate con doble nacionalidad británica y camboyana, que actualmente es considerado prófugo internacional y está bajo sanciones de Estados Unidos y el Reino Unido.
La noticia fue confirmada a través de declaraciones de la compañía a la agencia AFP, donde se afirmó que “se están tomando las medidas necesarias para garantizar que Chen Zhi quede completamente apartado de nuestras operaciones”.
Este movimiento es una respuesta a una serie de revelaciones que han evidenciado la influencia indirecta de Zhi sobre el negocio global del habano cubano. A pesar de que su nombre no estaba públicamente asociado a la estructura de Habanos S.A., investigaciones recientes han demostrado que es el accionista mayoritario de Allied Cigar Corporation, el grupo que adquirió Tabacalera en 2020 y que, desde entonces, controla su participación en la empresa mixta con Cuba.
Ante este escenario, Tabacalera ha reconocido que está inmersa en un proceso de reestructuración interna para excluir definitivamente a Zhi del entramado empresarial. Según su portavoz, los accionistas minoritarios de Allied Cigar están buscando comprar la parte correspondiente al empresario sancionado para eliminar cualquier vínculo con él. “La empresa realiza un proceso de reestructuración con el fin de excluir al Sr. Chen Zhi del grupo”, precisó la fuente citada por AFP.
Habanos S.A., responsable de la comercialización global de marcas icónicas como Cohíba y Montecristo, es uno de los activos de exportación más valiosos de la economía cubana. Su capital está dividido en partes iguales entre Cubatabaco y Tabacalera, lo que convierte a esta última en un actor clave dentro del sector. Por lo tanto, la confirmación de que un empresario acusado de delitos graves podría haber tenido control indirecto sobre la compañía generó inquietud en varios países.
Las pruebas más concretas surgieron en Suecia. Durante un trámite regulatorio ante el ayuntamiento de Gotemburgo, la distribuidora Elite Trading Scandinavia presentó un organigrama empresarial que identificaba a Chen Zhi como “beneficiario efectivo” de varias sociedades vinculadas a la cadena de distribución del habano. Esta documentación fue proporcionada a la AFP por autoridades municipales y posteriormente confirmada por Tabacalera.
Según las investigaciones, Zhi habría utilizado una red de empresas pantalla registradas en jurisdicciones como las Islas Caimán, las Islas Vírgenes Británicas y Hong Kong para ocultar su control real. A través de esta arquitectura opaca, logró penetrar en Allied Cigar Corporation y, por ende, en el núcleo del comercio internacional del tabaco cubano.
El empresario, fundador del conglomerado Prince Group, enfrenta acusaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos por liderar una red transnacional vinculada al trabajo forzado, estafas digitales y lavado de dinero en el sudeste asiático. Además de las sanciones estadounidenses, el Reino Unido ha bloqueado activos suyos por más de 130 millones de dólares, mientras que las autoridades de Taiwán, Singapur y Hong Kong han incautado bienes valorados en alrededor de 350 millones.
De acuerdo con informes oficiales citados por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), parte de los fondos generados por estas actividades ilícitas fluyó a través de plataformas financieras como HuionePay, considerada uno de los principales nodos de lavado de dinero a nivel global. Ese capital terminó infiltrándose en sectores legales, incluyendo bienes raíces, arte y finalmente, el tabaco premium.
El impacto de esta influencia no fue únicamente financiero o reputacional. En el mercado asiático del habano se registraron distorsiones notables. Desde 2021, el precio de una caja de puros cubanos en Hong Kong se multiplicó por cuatro. Según el diario The Standard, la estrategia aplicada fue clara: control de inventarios, escasez inducida y posicionamiento del producto como un artículo de lujo extremo, con ediciones especiales vendidas a precios especulativos.
Dicho modelo coincidió con un período de bonanza para Habanos S.A. En 2024, la compañía reportó ingresos récord de 827 millones de dólares, impulsados en gran parte por el crecimiento del mercado Asia-Pacífico, que ya representa el 24 % de su facturación global.
Hasta el momento, ni Habanos S.A. ni Cubatabaco han emitido declaraciones públicas sobre el caso, y tampoco lo ha hecho el gobierno cubano, a pesar de la relevancia estratégica del sector. La confirmación de que un prófugo internacional pudo influir indirectamente sobre el 50 % del negocio del habano ha despertado inquietud tanto dentro como fuera de la industria.
Tabacalera reafirma su compromiso de cortar cualquier lazo con Chen Zhi, aunque el proceso aún no ha sido completado y persisten dudas sobre el nivel de conocimiento previo de las partes involucradas.



