Foto: Cuba Noticias 360
El Gobierno cubano ha declarado su expectativa de un crecimiento del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2026, una meta modesta que surge tras varios años de contracción económica y que reabre el debate sobre la viabilidad de la recuperación de la economía nacional.
Esta proyección fue expuesta durante la discusión del Plan Económico para 2026, en un contexto caracterizado por la persistencia de problemas estructurales como la escasez de divisas, la inflación, la crisis energética y el deterioro del poder adquisitivo de la población. Las autoridades afirman que el ligero repunte se sustentará en una recuperación gradual de sectores como el turismo, las exportaciones y ciertos encadenamientos productivos.
Sin embargo, las reacciones no tardaron en llegar a las redes sociales y los análisis en la calle, especialmente durante las horas de apagón, momento en el que el debate se centra en la Cuba actual y en los recuerdos del pasado: ¿qué sectores podrán recuperarse en un país sin electricidad, sin combustible y sufriendo crisis?
Por otro lado, este anuncio tiene lugar después de que metas similares no se alcanzaran en años recientes. Para 2025, el Ejecutivo también había previsto un crecimiento cercano al 1%, pero organismos internacionales estiman que la economía cubana cerrará ese año contrayéndose, lo que refuerza el escepticismo respecto a la nueva cifra oficial.
Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Cuba habría experimentado una caída del PIB en 2024 y 2025, y para 2026 proyecta un crecimiento prácticamente nulo, cercano al 0,1%, muy por debajo del objetivo establecido por el gobierno.
En términos regionales, la isla continuará ubicándose entre las economías con menor desempeño de América Latina y el Caribe.
Mientras tanto, la población sigue enfrentando una realidad caracterizada por apagones prolongados, escasez de alimentos y precios altos, factores que impactan directamente en el consumo y en la actividad económica diaria. En este contexto, el desafío no será solo cumplir con la meta anunciada, sino también garantizar que cualquier crecimiento se traduzca en mejoras tangibles para la vida de los cubanos.
