Foto: Insurrecto | Facebook
Texto: Fede Gayardo
El reguetonero cubano Insurrecto ha presentado una denuncia desde el interior de la prisión conocida como Alligator Alcatraz, un centro de detención federal que ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación debido a las condiciones en que mantiene a los migrantes bajo su custodia.
En un mensaje de voz divulgado desde la cárcel, el propio artista se identificó: “Soy Leandro Medina, el Insurrecto… estoy aquí en Alcatraz y esto aquí es una reverenda m***, con todo el sentido de la palabra”.
En su testimonio, el músico pinta un cuadro de condiciones que, según sus palabras, ni siquiera cumplen con los estándares mínimos. “Aquí no hay personal de limpieza, aquí no hay nada”, sostiene, explicando que los propios reclusos deben ocuparse del aseo de las celdas “sin ningún recurso”.
También denuncia el colapso constante de los baños: “Se desbordan en m*** las tazas, el sistema de tuberías es una falta de respeto”, lo que obliga a los presos a negociar entre ellos para que alguno limpie a cambio de comida.
Insurrecto señala, además, la total ausencia de medios básicos de entretenimiento o comunicación que sí están disponibles en otras cárceles: “No hay televisión, no hay tablets, como en las prisiones normalmente. Esto no tiene precedentes”.
Asimismo, menciona la precariedad de la alimentación, recibiendo “agua en el desayuno, agua en el almuerzo y agua en la comida; ni un vaso de leche aseguran para los detenidos”. En ese contexto, insiste en que no está allí por delitos violentos: “Yo ni asalté la Casa Blanca, ni maté a una persona, ni me metí en un banco a mano armada. Yo solo tuve un mal día y ya”.
Otro aspecto destacado en su denuncia son las condiciones ambientales y el trato del personal. Describe un frío extremo en el comedor, donde “las consolas las tienen bajo 0, parecemos pingüinos”. Además, menciona un clima de hostilidad constante: “Maltrato, racismo, una tremenda mala forma de actuar de los oficiales con los hispanos, cubanos, mexicanos, hondureños y guatemaltecos”.
También asegura que la atención médica es prácticamente inexistente: “Me enfermé aquí… diarreas, mareo, fiebre, vómitos, y lo que hay en la enfermería es solo… Tylenol e Ibuprofeno”.
El mensaje termina con un llamado urgente: “Nos tienen en jaulas aquí como monos para experimentos de laboratorio… necesitamos que esto corra, a ver si a alguien le toca la sensibilidad”, denunciando la falta total de información sobre sus casos migratorios y la ausencia de contacto directo con oficiales de ICE.
La situación actual del artista comenzó a principios de este mes, cuando su carrera se vio interrumpida por razones mucho más graves que las dificultades anteriores.
Leandro Medina Fellové, reconocido como una de las figuras emblemáticas del Clan 537 durante el auge del movimiento urbano en Cuba, fue detenido en Fort Myers tras un accidente de tráfico ocurrido después de una presentación.
Según información divulgada por la cuenta ‘Un Martí To Durako’ en Instagram, el arresto inicial estuvo relacionado con la conducción bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, cuando el proceso parecía encaminado hacia una liberación rutinaria, agentes de ICE intervinieron y lo trasladaron a un centro de detención migratoria.
Poco después, fue movido fuera del estado de Florida, primero al Florida Soft Side South y luego a otra instalación en Arizona, un traslado que dejó a familiares y amigos sin claridad sobre su situación legal. El entorno del músico reconoce que este episodio ocurre en un momento en que intentaba reactivar su carrera con presentaciones modestas en el sur de Florida, buscando reconectar con el público que lo siguió en sus años de mayor popularidad en Cuba.
El panorama legal no es alentador. Los cargos derivados del accidente podrían complicar seriamente cualquier intento de regularizar su estatus migratorio, y ICE no ha proporcionado información oficial sobre la evolución de su caso. La posibilidad de una deportación sigue presente, especialmente considerando su historial reciente: en octubre de 2023 fue arrestado en Nebraska tras una supuesta pelea en una gasolinera, y América TeVé ha recordado otros incidentes previos, como un intento de robo en un supermercado Sedanos de Miami en 2019 y una agresión sufrida ese mismo año tras una fiesta privada en Las Vegas.
El centro donde actualmente se encuentra detenido, Alligator Alcatraz, ha sido mencionado en reportes de prensa y comunicados oficiales como una instalación utilizada por el gobierno de Estados Unidos para retener a migrantes considerados de «alto riesgo» o con procesos migratorios complejos.
En los últimos meses, varios medios han informado sobre la presencia de cubanos entre los detenidos allí, así como sobre traslados repentinos entre estados, una práctica asociada a las políticas de ICE para descongestionar centros locales y acelerar procesos de deportación.
Organizaciones civiles han advertido que estas cárceles operan bajo regímenes más estrictos, con escaso acceso legal y limitadas vías de denuncia, un contexto que da peso a testimonios como el de Insurrecto, que hoy circular como una señal de alarma sobre lo que ocurre tras los muros de una de las prisiones más temidas del sistema migratorio estadounidense.
