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Texto: Fede Gayardo
La política migratoria de EE.UU. podría enfrentar un nuevo desafío para los viajeros internacionales. Las autoridades estadounidenses están considerando una propuesta que requeriría a los turistas de países que usan el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA) proporcionar un registro de sus redes sociales de los últimos cinco años.
Dicha medida afectaría a ciudadanos de aproximadamente 40 naciones que actualmente pueden ingresar al país durante 90 días con un proceso relativamente sencillo.
Esta iniciativa emerge en un contexto de fronteras cada vez más estrictas desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Su administración busca intensificar los controles de seguridad bajo el argumento de proteger al país de “terroristas extranjeros y otras amenazas”, conforme a la orden ejecutiva citada en el texto presentado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Aunque la propuesta ya figura en el Registro Federal, la CBP aclaró a la cadena BBC que “no ha cambiado nada” todavía y que no es una norma definitiva, sino “el primer paso para iniciar una discusión sobre nuevas opciones políticas que garanticen la seguridad de los ciudadanos estadounidenses”.
En su forma actual, el plan indica que se “exigirá a los solicitantes del ESTA que proporcionen sus redes sociales de los últimos cinco años”, aunque no especifica qué tipo de contenido deberán entregar.
Además de los perfiles en redes sociales, la nueva solicitud incluiría los números de teléfono utilizados en los últimos cinco años, las direcciones de correo electrónico de la última década y datos ampliados sobre familiares. Todo esto se sumaría al formulario vigente, que actualmente cuesta 40 USD y solo recoge información básica.
Washington anticipa un aumento de visitantes debido al Mundial que organizará junto a Canadá y México, así como por los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. Sin embargo, analistas advierten que medidas como esta podrían disuadir a los turistas o afectar sus derechos digitales.
La vigilancia de redes sociales no es una idea nueva para el gobierno estadounidense. El Departamento de Estado ya revisa la “presencia en línea” de solicitantes de visados de estudiante y H-1B, exigiendo que sus perfiles sean públicos.
Un alto funcionario del Departamento de Estado defendió esta estrategia, afirmando que “los ciudadanos estadounidenses esperan que su gobierno haga todo lo posible para asegurar nuestro país”. En línea con ese objetivo, la administración ha pedido a sus agentes identificar a aquellos que “defienden, ayudan o apoyan a terroristas extranjeros designados” o que participen en acoso o violencia antisemita.
La política de cierres fronterizos continúa expandiéndose. La prohibición de viaje que afecta a 19 países, entre ellos Cuba y Venezuela, podría ampliarse, según informes recientes de Washington. Esta medida cobró impulso tras el ataque contra dos miembros de la Guardia Nacional en la capital estadounidense, presuntamente llevado a cabo por un hombre de Afganistán.
De acuerdo con un portavoz de la CBP, el análisis intensificado de redes sociales también es una respuesta a este incidente: “El Departamento está constantemente evaluando cómo investigar a quienes ingresan al país, especialmente tras el ataque terrorista en Washington D.C.”.
El documento publicado ahora abre un periodo de 60 días para recibir comentarios del público. Después de eso, quedará por ver si la Casa Blanca aprueba una política que, de ser implementada, cambiaría la experiencia de millones de viajeros y sus vidas digitales antes de siquiera llegar a suelo estadounidense.



