Fotografías: RL Hevia
La XXVII Feria Internacional de Artesanía (FIART) tuvo lugar del 6 al 21 de diciembre en La Habana. Aunque sigue conservando su estatus como un espacio cultural y comercial, este año se distingue por una disminución en el número de expositores, problemas logísticos y precios elevados, lo que dificulta tanto la participación de los creadores como las compras del público asistente.
Informes de medios estatales indicaron que la edición actual cuenta con 151 expositores cubanos y artesanos invitados de siete países, cifras que están muy por debajo de la edición anterior, donde estuvieron presentes más de 230 expositores nacionales y 30 internacionales.
FIART continúa destacando la riqueza de la artesanía cubana: textiles, cerámica, orfebrería, mobiliario y diseño contemporáneo. A pesar de esto, la necesidad de generar ingresos ha llevado a muchos creadores a centrarse en productos de precios elevados debido a la escasez de materias primas y otros insumos para las producciones.
De nuevo, en estas ferias realizadas en la Isla, se encuentran expositores individuales, estatales y privados convivendo en un mismo espacio, cada uno con sus propias condiciones y formas de comercialización, incluso en USD al tipo de cambio del día.
FIART 2025 reafirma que la artesanía cubana sigue siendo vibrante y diversa, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del oficio, la rentabilidad de los expositores y el balance entre la tradición y la adaptación al mercado.
Además, sirve como un termómetro para medir la capacidad del sector artesanal para mantenerse creativo y económicamente viable en un contexto tan complicado como lo es la vida diaria en Cuba.
