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Texto: Fede Gayardo
La respuesta más contundente e inmediata después de la histórica condena contra el exministro de Economía cubano Alejandro Gil Fernández vino de su propia familia. Desde España, María Victoria Gil opinó que el fallo del Tribunal Supremo Popular es una maniobra calculada y afirmó que su hermano se ha convertido en “el chivo expiatorio perfecto” del gobierno que antes representaba.
Las declaraciones fueron realizadas en una entrevista con el periodista Mario J. Pentón para el medio Martí Noticias, donde la hermana del exfuncionario expresó que se enteró de la noticia casi al mismo tiempo que el público. “Me he enterado por ti, Mario, de la triste noticia. Es muy duro para mí y para mi familia, pero la vida es así y hay que enfrentarla con valor”, comentó.
Para María Victoria, la acusación de espionaje —el delito que motivó la cadena perpetua— no aguanta un análisis serio. Según sus palabras, se trata de “una gran manipulación”, fundamentada en una información “tan escueta” que permitiría acusar “a cualquiera” de espía. Afirmó que su hermano quedó atrapado en un proceso “sin derechos ni garantías procesales”.
Aun así, no lo presenta como un inocente. La entrevistada admitió que Alejandro Gil estuvo involucrado en prácticas de corrupción, pero matizó el contexto: “Mi hermano es un corrupto, al igual que todos ellos, pero mucho más pequeño. Él fue el rostro visible del desastre económico, lo ponían en todas las malas noticias, en la Mesa Redonda, asumiendo la culpa del colapso del país.”
La sentencia oficial impone cadena perpetua por espionaje, más 20 años adicionales por delitos como corrupción, cohecho, tráfico de influencias y evasión fiscal. Además, incluye la confiscación de bienes y la inhabilitación permanente para ocupar cargos públicos. Sin embargo, para su familia, el caso está lejos de concluir. “Esto no se va a quedar así… iremos a la Corte Internacional de Justicia. Mi hijo, que es abogado europeo, tomará el caso,” insistió.
Otro aspecto fuertemente criticado por María Victoria fue la falta de transparencia del proceso. Denunció que no se han hecho públicas pruebas, nombres, fechas ni siquiera el supuesto alias vinculado al espionaje. “Todo está controlado por la Seguridad del Estado. En Cuba, quien instruye los procesos de espionaje no es la Fiscalía, sino la policía política,” afirmó la ex presentadora del programa “De la Gran Escena.”
En la conversación con Pentón, la también abogada se mostró especialmente crítica con el gobierno cubano que, según ella, fabricó una condena ejemplarizante para demostrar autoridad en medio del colapso económico del país.
El testimonio de María Victoria Gil se convierte, así, en la primera voz directa del entorno familiar del exministro. La entrevista concluyó con una confesión personal que revela la magnitud del impacto emocional. “Estoy destrozada… Nunca pensé que realmente estuviera en la cárcel de Guanajay. No puedo creer que pasará el resto de su vida ahí,” lamentó.



