Foto: RRSS
El preso político Yosvany Rosell García Caso ha estado en huelga de hambre durante 40 días y su salud es crítica. Condenado a 15 años por manifestarse el 11 de julio de 2021 en Holguín, fue trasladado a un hospital provincial con síntomas de desnutrición severa y riesgo de fallo multiorgánico. Se niega a aceptar suero o medicamentos, en protesta por lo que considera una condena injusta.
Este lunes 1 de diciembre, a las 8:00 a.m., se emitió un parte médico urgente que confirma el deterioro de su estado. Rosell presenta baja presión arterial debido a su notable debilidad, apenas ingiere líquidos y su producción de orina es escasa. El personal médico ha alertado que su condición es grave y que podría estar al borde de un paro.
La denuncia fue realizada por el líder opositor José Daniel Ferrer García, quien alertó en la red social X que “la vida del prisionero político está en grave peligro” y responsabilizó al gobierno cubano por lo que pueda sucederle. “Solo reclama su libertad, porque es inocente y no debería estar preso”, afirmó.
La imagen es desgarradora: se encuentra esposado a una cama, bajo vigilancia las 24 horas, en un estado de extrema debilidad. Su esposa, Mailín Rodríguez Sánchez, ha compartido en redes sociales la angustia de verlo en tales condiciones. “Lo vi amarrado, sufriendo. ¡Dios mío, qué horror! No puedo permanecer en silencio ante esto”, expresó con impotencia.
Este caso ha despertado la preocupación de organismos internacionales. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y la Embajada de Estados Unidos en La Habana han solicitado su liberación inmediata. “Exigimos al Estado cubano que respete sus derechos humanos”, alertó la CIDH.
Mailín ha denunciado amenazas y vigilancia constante por parte de la Seguridad del Estado. A pesar de ello, sigue insistiendo en alzar su voz: “Yosvany está preso injustamente, solo por desear un futuro mejor para sus hijos. Cada segundo cuenta”.
En redes sociales, activistas dentro y fuera de Cuba están impulsando campañas bajo las etiquetas #FreeYosvanyRosell y #LibertadParaYosvany. Las vigilias y llamados a la acción buscan prevenir un desenlace fatal. Hasta el momento, el silencio oficial se mantiene.



