Foto: Cuba Noticias 360
El economista cubano Pedro Monreal ha advertido a través de su perfil en X que relanzar el mercado cambiario oficial sin un respaldo productivo es simplemente crear una ficción económica. En un contexto donde el gobierno cubano busca recuperar el control del tipo de cambio frente a la creciente influencia del dólar informal, Monreal cuestiona tanto la viabilidad como la lógica del enfoque oficial.
Según el especialista, el debate actual ignora dos pilares fundamentales para cualquier régimen cambiario efectivo: una economía productiva que respalde el valor del peso cubano y una definición clara del modelo que se desea implementar. En su opinión, hablar de un “relanzamiento” sin abordar estas carencias es más propaganda que una política económica sólida.
Para Monreal, establecer un tipo de cambio o implementar medidas administrativas no tendrá impacto si no hay una oferta real de bienes y servicios. En su análisis, sin el respaldo productivo, la tasa oficial será simplemente un número vacío, convirtiéndose en “ficción o chapuza”. Insiste en que la raíz del problema es estructural: sin producción, no puede existir una moneda fuerte.
Además del déficit de divisas, el economista destaca un problema interno: la escasa disponibilidad de productos en pesos cubanos. Esta escasez ejerce presión sobre los precios, intensificando la pérdida de valor del peso y haciendo inviable cualquier tipo de cambio oficial que no se base en las realidades del mercado.
No obstante, desde el discurso oficial, la narrativa es distinta. En el programa televisivo Cuadrando la Caja, funcionarios del Banco Central de Cuba, miembros de la Asociación Nacional de Economistas Cubanos (ANEC) y un empresario privado intentaron justificar el relanzamiento del mercado cambiario como una estrategia indispensable para “recuperar el control” frente al mercado informal.
Los panelistas reconocieron que el sistema actual no está funcionando y que el Estado carece de reservas suficientes. A pesar de ello, defendieron una participación gradual del gobierno en el mercado, con una tasa flexible y sin acceso a financiamiento externo. El objetivo, aseguraron, es atraer remesas y restaurar la confianza de aquellos que hoy operan fuera del sistema oficial.
Sin embargo, las contradicciones son evidentes. Monreal critica que se insista en recuperar el modelo del CUC, mientras se califica la unificación cambiaria como “suicidio”, a pesar de que fue el propio Estado quien promovió esa política como parte de su “conceptualización” económica. Esa incoherencia, sostiene, alimenta la desconfianza y evidencia una falta de estrategia clara.
La crítica del economista se resume en una fórmula contundente: sin una economía real, no hay tipo de cambio que funcione. Y mientras el gobierno se centra en el control narrativo, la distorsión macroeconómica sigue en aumento. Para Monreal, la solución no radica en más controles, sino en reconstruir la base productiva del país.
