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El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) proporcionó este jueves un nuevo informe sobre la epidemia de arbovirosis que afecta al país, en un contexto sanitario caracterizado por el deterioro de los hospitales y la escasez de suministros. Los datos revelados confirman que los niños son la población más vulnerable, especialmente en las unidades de terapia intensiva.
Según la doctora Susana Suárez Tamayo, directora de Salud Ambiental, las 14 provincias muestran niveles altos de transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos. Solo en las últimas 24 horas, se reportaron 5,940 casos de síndrome febril inespecífico, lo que evidencia la continuidad del brote.
La funcionaria indicó que 102 pacientes están en cuidados intensivos, 76 se consideran graves y 24 están en estado crítico. Suárez enfatizó que los menores de 18 años son el grupo con mayor número de hospitalizaciones debido a estas infecciones.
El informe epidemiológico confirma la circulación activa de dengue y chikungunya en todas las provincias del país, con indicadores en aumento en comparación con días anteriores. Ayer se procesaron 170 pruebas diagnósticas de dengue, resultando en más casos confirmados que el día anterior, y actualmente hay 47 personas hospitalizadas por esta enfermedad.
El chikungunya ha mostrado un aumento considerable, con 916 nuevos casos en un solo día, y su presencia se ha visto en todas las provincias. Al mismo tiempo, el virus oropouche acumula 4,122 contagios en lo que va del año, extendiéndose por 12 territorios, aunque no ha habido nuevos casos desde septiembre, según la especialista.
Las provincias de Santiago de Cuba, La Habana y Sancti Spíritus son las que presentan los mayores índices de pacientes con fiebre y arbovirosis, con un incremento constante de ingresos pediátricos.
A pesar de que el MINSAP recalca que se mantiene la vigilancia epidemiológica, profesionales del sector advierten que la situación se ve agravada por la crisis de medicamentos, reactivos y equipamiento clínico. La escasez de recursos limita la capacidad de diagnóstico y tratamiento, obligando a los hospitales a funcionar con infraestructuras deterioradas.
Cuba ha estado enfrentando desde hace meses una combinación de brotes epidémicos, apagones y fallos estructurales en el sistema de salud. A pesar de los mensajes oficiales que hablan de “estabilidad” y “control”, las cifras publicadas muestran un incremento continuo de los casos de dengue y chikungunya, especialmente entre la población infantil.
