Foto: Archivo CN360
España ha suspendido de manera inmediata sus exportaciones de carne y productos porcinos a cerca de 40 países, incluyendo Cuba, tras la confirmación de dos casos de peste porcina africana en jabalíes en Cataluña. Esta medida deja a la isla en una situación aún más delicada, en medio de un colapso productivo que la ha forzado a depender casi por completo del aprovisionamiento externo.
La decisión fue automática después de que la Organización Mundial de Sanidad Animal despojara a España de su estatus de país libre de la enfermedad. Con esta acción, se anularon aproximadamente 120 certificados sanitarios de exportación, según lo informado por el diario La Vanguardia. El impacto afecta directamente a naciones como Cuba, que no reconocen la regionalización sanitaria.
La suspensión abarca carne fresca, refrigerada o congelada, vísceras, embutidos, piensos, jamones, animales reproductores y material genético. El Gobierno español ha señalado que esta paralización perdurará hasta que se revalúe la situación sanitaria y se renegocien los acuerdos con cada país involucrado.
En mercados como China o Corea del Sur, que permiten restricciones limitadas por territorio, las ventas continúan desde áreas no afectadas. Sin embargo, esta no es la política predominante. Para naciones como Cuba, el veto es total, y el impacto se siente en un momento difícil.
Entre 2018 y 2022, la producción nacional de carne de cerdo en Cuba ha caído en casi un 90%. Aunque las importaciones desde España habían aumentado, el consumidor apenas sintió un cambio: los precios en el mercado informal siguen siendo prohibitivos y la oferta estatal casi ha desaparecido.
La carne de cerdo española era un insumo vital para las tiendas en divisas y el sector turístico. Sin embargo, informes del ICEX ya alertaban sobre impagos y retrasos por parte del Gobierno cubano, mientras que las nuevas empresas privadas apenas podían operar con anticipos desde el exterior.
Con la temporada de fin de año a la vista, esta medida añade presión a un país que ya no puede asegurar un alimento básico en su cultura festiva. El precio de la libra de paleta de cerdo en La Habana ha aumentado de 580 a 980 pesos en poco más de un año, lo que representa un incremento del 68,9% que ha dejado a muchas familias fuera del mercado.



