Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
La ciudad de Santiago de Cuba se enfrenta a un problema grave tras la presunta muerte de dos trabajadores de la Universidad local, un hecho relacionado con el consumo de un supuesto «alumbre» adquirido en la calle que, en realidad, era un blanqueador industrial robado y vendido como un compuesto mineral.
El producto que circulaba ilegalmente fue vendido como alumbre, término bajo el cual se conoce al sulfato de aluminio y potasio, utilizado desde hace décadas para clarificar el agua turbia.
Sin embargo, varios perfiles en redes sociales asociados a medios estatales han alertado sobre individuos bajo investigación que sustrajeron un lote de blanqueador industrial de almacenes estatales en Mar Verde, distribuyéndolo como si fuera el coagulante tradicional. Este blanqueador, de uso exclusivo industrial, es altamente tóxico y no apto para el consumo humano en ninguna circunstancia.
Este incidente ocurre en un contexto en el que la provincia atraviesa una emergencia sanitaria. Después del paso del huracán Melissa hace casi un mes, muchas zonas quedaron con su infraestructura hidráulica dañada.
Desde entonces, el agua que llega a varios hogares presenta sedimentos y un color marrón oscuro, lo que ha llevado a la población a buscar soluciones improvisadas para potabilizarla.
En este contexto, algunos residentes optaron por utilizar alumbre, una práctica que incluso las autoridades han sugerido en otras ocasiones, siempre «dentro de las posibilidades» de cada familia.
Las indicaciones técnicas habituales para el uso del coagulante indican mezclar dos cucharaditas en un recipiente con agua y luego verter la mezcla en un tanque de unos 55 galones, un proceso que ayuda a sedimentar impurezas. Sin embargo, esto nada tiene que ver con el producto falsificado que llegó a manos de los afectados, cuyo uso puede ser potencialmente mortal.
Las autoridades locales han instado a la población a abstenerse completamente de comprar o usar cualquier «alumbre» fuera de los canales oficiales y han exhortado a acudir de inmediato a un centro médico en caso de presentar síntomas de intoxicación tras consumir agua tratada con estas sustancias. Mientras se lleva a cabo la investigación para identificar a los responsables del desvío del blanqueador, el ambiente en la ciudad es de preocupación y desconfianza.
Este suceso pone de manifiesto el deterioro prolongado del sistema de salud pública en Cuba, marcado por la escasez de recursos, el colapso de infraestructuras básicas y la incapacidad de responder con rapidez ante emergencias que afectan directamente a la población. En un país donde cada vez más personas dependen de soluciones improvisadas ante la falta de alternativas seguras, tragedias como esta parecen ser un riesgo recurrente.
Tras conocer la noticia, la Dirección General de Salud de Santiago de Cuba publicó en su perfil de Facebook que el Dr. Miguel Ángel Díaz Núñez, Director General de Salud en la provincia, aseguró que, “a partir de un registro verificado de los fallecidos adultos y en edad pediátrica en la provincia, no se ha registrado ninguno por dicha causa”.
Asimismo, afirmaron que “en este momento no hay ningún paciente crítico o grave hospitalizado por intoxicación exógena. Desde el sistema sanitario mantenemos estrecha vigilancia desde todos los niveles de atención, e instamos a mantenerse informados a través de los canales oficiales”.
Por último, insistieron en que las propiedades químicas del alumbre permiten neutralizar bacterias, eliminar olores desagradables y erradicar sabores no deseados en el agua; no obstante, «su uso en los hogares debe regirse por medidas que garanticen la seguridad del empleo de dicho producto».
