Foto: Cristiano Ronaldo | Instagram
El martes pasado, en una imagen que pocos habrían previsto hace unos años, Cristiano Ronaldo se presentó en la Casa Blanca como invitado especial a una cena de gala presidida por el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, en honor al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
La llegada del futbolista portugués, una de las figuras más reconocidas a nivel mundial en el deporte, causó sorpresa inmediata en redes sociales y amplió la cobertura mediática de un evento ya de por sí cargado de simbolismo político y diplomático.
Ronaldo, actual jugador del club saudí Al-Nassr, asistió al encuentro acompañado de ejecutivos y personalidades de alto perfil, incluyendo al empresario Elon Musk y al presidente de la FIFA, Gianni Infantino. La velada formó parte de la agenda oficial de la visita del príncipe saudí a Washington, enfocada en cuestiones de cooperación económica, energía y seguridad regional.
Durante la cena, Trump dedicó unas palabras al futbolista, mencionando que su hijo menor, Barron Trump, es un admirador de Ronaldo desde hace años. “Creo que ahora me respeta un poco más por haber podido presentárselo”, bromeó el mandatario, lo que provocó aplausos entre los presentes.
El momento más comentado de la noche ocurrió cuando Trump entregó a Ronaldo una “llave simbólica de la Casa Blanca”, un gesto ceremonial que el propio futbolista agradeció públicamente.
“Gracias, señor Presidente, por su invitación y por la cálida bienvenida que usted y la Primera Dama nos brindaron a mí y a mi futura esposa, @georginagio. Cada uno de nosotros tiene algo valioso que aportar, y estoy listo para contribuir a inspirar a las nuevas generaciones a construir un futuro caracterizado por el coraje, la responsabilidad y una paz duradera”, escribió el futbolista en Instagram después del encuentro.
En redes sociales, la imagen de Trump y Ronaldo se volvió viral de inmediato, con miles de usuarios comentando sobre lo inusual del encuentro. No se reportaron conversaciones formales entre ambos, ni se anunciaron iniciativas conjuntas más allá de su rol como invitado destacado en la gala diplomática.
Aunque la presencia del astro portugués fue esencialmente protocolaria, su aparición en la Casa Blanca junto al presidente estadounidense tuvo un impacto visual considerable, generando debates y especulaciones sobre la influencia saudí en el deporte global y la relación entre política, celebridades y diplomacia.
La última visita de Ronaldo a Estados Unidos en un evento oficial de alto nivel databa de hace más de una década. Ahora, al volver a aparecer en Washington, en un contexto marcado por negociaciones internacionales de alto nivel, vuelve a sorprender, ya sea para bien o para mal, a millones de sus seguidores en todo el mundo.


