Fuertes precipitaciones agravan la situación en la región oriental de Cuba.

Lo más Visto

Foto: Yulieska Hernandez | Facebook

Texto: Fede Gayardo

Las lluvias han vuelto a afectar el oriente cubano esta semana, apenas 15 días después del devastador paso del huracán Melissa. Estas precipitaciones han causado nuevas inundaciones y han llevado a las autoridades a reforzar la vigilancia hidrológica en diversas provincias. Un frente frío que ingresó al país este lunes ocasionó intensas lluvias sobre terrenos que ya estaban saturados, elevando el riesgo en los municipios de Holguín y Granma.

En Moa, donde se registraron 116 milímetros de lluvia hasta la medianoche del martes, las autoridades debieron implementar un “manejo acelerado” de las compuertas de la derivadora local “para desembalsar agua y evitar accidentes en la obra hidráulica y aguas abajo”, según reportó la periodista Yulieska Hernández.

No obstante, esta medida provocó un aumento repentino del río Cabaña, que excedió su cauce por más de tres metros, inundando el barrio ECRIN y obligando a la evacuación urgente de un centenar de personas hacia centros de protección y áreas seguras.

Según Hernández, el pronóstico indica que las lluvias persistirán y que el riesgo de nuevas crecidas se mantendrá, por lo que se insta a los residentes a “cumplir estrictamente con las medidas de protección y evitar acercarse a los ríos”.

En el municipio holguinero de Sagua de Tánamo, la situación también se volvió crítica debido a la crecida del río Sagua. La periodista Yulianela Bárzaga informó en redes sociales que las autoridades locales alertaron a los vecinos de las zonas bajas para que tomaran precauciones.

A pesar de que el nivel del agua “no alcanzó la magnitud de la creciente provocada por Melissa”, precisó, varias viviendas resultaron anegadas y alrededor de 2,500 personas decidieron autoevacuarse, priorizando “por encima de todo sus vidas”.

Horas después, las aguas comenzaron a descender, aunque continuaban los chubascos intermitentes y la vigilancia activa en el área. Las autoridades enfatizaron la importancia de mantener la disciplina y no subestimar las advertencias.

Mientras tanto, en Granma, varias presas, incluidas Corojo, Paso Malo y la Derivadora Yao, tuvieron que aumentar el ritmo de vertimiento para aliviar los embalses, que ya estaban al límite desde el paso del huracán. Los Consejos de Defensa municipales en Yara, Manzanillo, Guisa y Bayamo fueron activados para monitorear la situación y aplicar medidas preventivas.

En Yara, uno de los territorios más impactados por las lluvias anteriores, persiste la preocupación por el flujo de agua que desciende desde las montañas. “Como medida de precaución, se evacuaron unas 50 personas de la comunidad de Los Rivero”, confirmó Yudelkis Ortiz, presidenta del Consejo de Defensa Provincial.

A pesar de que las autoridades aseguran que no hay un riesgo inminente de inundaciones graves, la atención se centra en el comportamiento de los ríos y embalses, con la advertencia de que el suelo sigue demasiado saturado y cualquier nuevo episodio de lluvia podría complicar nuevamente la situación en el oriente del país.

Más Noticias

Últimas Noticias