Foto: Cuscó Taradell / Facebook
Santiago de Cuba enfrenta la recuperación más lenta en telecomunicaciones tras el paso del huracán Melissa. A casi una semana de este evento meteorológico, solo el 3% de los servicios fijos y el 18% de las radiobases móviles han sido restablecidos, según un comunicado reciente de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).
Las principales afectaciones se concentran en Guamá, Segundo Frente y Tercer Frente, donde la infraestructura de fibra óptica ha sufrido daños severos. ETECSA señaló que en dichas zonas “la comunicación es limitada”, y que se da prioridad a la rehabilitación de las rutas principales para recuperar la conectividad lo más pronto posible.
Mientras se implementan soluciones temporales como la conexión satelital, estas no aseguran una comunicación fluida. En la práctica, miles de santiagueros continúan sin servicio de telefonía móvil, sin acceso a internet y sin líneas fijas, en un contexto complicado por cortes eléctricos y escasez de combustible.
En contraste, provincias cercanas como Las Tunas, Granma y Holguín han logrado recuperar entre un 60% y 90% de sus servicios. Santiago de Cuba, por su parte, permanece prácticamente aislada. ETECSA reconoció que la falta de electricidad es el principal obstáculo para restaurar los sistemas, ya que sin energía las torres, gabinetes y centrales no pueden funcionar.
Los daños materiales son extensos. En la región oriental se reportan más de 60 cables de fibra óptica dañados, 400 cables telefónicos afectados, seis torres colapsadas y más de mil postes caídos. En Santiago de Cuba, varios tramos dañados están ubicados en áreas montañosas de difícil acceso, lo que ha ralentizado aún más las labores de recuperación.
Brigadas de linieros han tenido que abrir paso con machetes en caminos destruidos o bloqueados por derrumbes y crecidas de ríos. Además, el traslado limitado de recursos y personal técnico desde otras provincias se ve obstaculizado por la escasez de transporte y combustible. Aunque ETECSA asegura estar movilizando medios para acelerar la recuperación, no se han proporcionado plazos concretos para la normalización del servicio.
El silencio informativo que se vive en Santiago contrasta con la narrativa oficial de una “recuperación progresiva”. El impacto del huracán puso de manifiesto la fragilidad del sistema de telecomunicaciones del país, deteriorado por años de escasa inversión y limitada modernización tecnológica.
Según los primeros informes, el huracán afectó al 80% de la telefonía móvil en el oriente cubano. La telefonía fija continúa interrumpida en un 40%, con provincias como Granma reportando hasta un 49% de afectación y varios municipios completamente incomunicados.
En Santiago de Cuba, el 45% de las líneas fijas siguen fuera de servicio. Para muchos residentes, como una vecina del reparto Sueño, “sin luz y sin señal, no sabemos nada”. La provincia permanece a la espera de respuestas concretas, mientras la desconexión profundiza una crisis estructural.



