Foto: Brian Jason | Shutterstock
Texto: Fede Gayardo
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha desmentido rotundamente que su administración esté contemplando “planes ultimados” para atacar objetivos militares en Venezuela, ante las informaciones divulgadas por varios medios estadounidenses.
En una conferencia con periodistas a bordo del Air Force One, Trump respondió con un decisivo “no, no es verdad” cuando fue cuestionado sobre la publicación del The Wall Street Journal y el Miami Herald, que habían informado que Washington estaba evaluando ataques inminentes contra puertos, aeropuertos y pistas controladas por militares venezolanos relacionados con el narcotráfico.
En particular, el Miami Herald afirmó que “los bombardeos podrían ocurrir en cualquier momento”, mientras que el Wall Street Journal indicó que “los posibles objetivos bajo consideración incluyen puertos y aeropuertos controlados por los militares que supuestamente se utilizan para el tráfico de drogas, incluyendo instalaciones navales y pistas aéreas, según uno de los funcionarios consultados”. En ambos casos, la fuente era un funcionario anónimo con “conocimiento de la situación”.
Antes del desmentido del presidente, la Casa Blanca había afirmado, a través de la secretaria adjunta de prensa Anna Kelly, que “las fuentes anónimas no tienen información precisa. Cualquier anuncio relacionado con la política hacia Venezuela provendría directamente del Presidente”.
Este incidente ocurre en un contexto de elevada tensión entre Washington y Caracas, marcado por los ataques estadounidenses contra embarcaciones asociadas al tráfico de drogas en el Caribe y el despliegue militar de la marina y la fuerza aérea estadounidenses en la región.
Investigaciones independientes y expertos en derechos humanos han cuestionado la legalidad de estas acciones. Por ejemplo, un grupo de expertos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas describió las recientes operaciones de EE. UU. como “ejecuciones extrajudiciales” que infringen el derecho internacional.
Además, la administración Trump confirmó recientemente que ha autorizado a la Central Intelligence Agency para llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre la posibilidad de una escalada militar en la región.

                                    

