Texto: Hugo León
Foto: RRSS
En las últimas horas se propagó en redes sociales la noticia falsa sobre la muerte del hombre que apareció en una de las imágenes más impactantes del paso del huracán Melissa por el oriente cubano: aquel que, con el agua hasta el pecho, lleva un televisor en medio del desastre.
Diversas publicaciones en Facebook afirmaban que el hombre se llamaba Emilio José, apodado “Palo Seco”, y que había fallecido tras las inundaciones en Santiago de Cuba. Sin embargo, varios usuarios desmintieron el rumor, confirmando que el hombre está vivo y que su verdadero nombre es Duany Despaigne.
La verdad tras una imagen viral
La fotografía, capturada por el fotoperiodista Ramón Espinosa (AP) el 29 de octubre, se convirtió rápidamente en un símbolo de la tragedia y la resistencia en Cuba. En la imagen, Duany avanza entre las aguas turbias aferrado a su televisor, un gesto que muchos interpretaron como la representación de un país que se aferra a lo poco que le queda.
La historia fue recogida por varios medios nacionales e internacionales, y amplificada por figuras públicas como el comediante Andy Vázquez (“Facundo”), quien incluso ofreció regalarle un nuevo televisor al protagonista de la foto.
En su momento, la periodista Yuliet PC comentó: “Ese televisor ya no sirve para absolutamente nada, pero es de él. Aquel hombre se aferra y lo carga en medio del agua que le llega al pecho, como si le fuera la vida.”
Rumores de muerte
La desinformación sobre su supuesta muerte comenzó a circular apenas unas horas después de que la imagen se hiciera viral. Páginas no verificadas difundieron el nombre incorrecto del hombre y versiones infundadas sobre su fallecimiento. Afortunadamente, vecinos de San Miguel de Parada, una localidad cercana a la refinería de Santiago de Cuba, han confirmado que Duany Despaigne sigue con vida y se encuentra en su comunidad.
Este caso reaviva el debate sobre la propagación de noticias falsas en situaciones de crisis, un fenómeno que agrava la confusión y el sufrimiento de quienes ya enfrentan pérdidas materiales o humanas.
Más allá del malentendido, la fotografía de Duany Despaigne sigue siendo uno de los retratos más poderosos del paso de la tormenta Melissa. Representa la dignidad en medio del caos y la voluntad de resistir cuando todo parece perdido.
Como se escribió en la crónica publicada días atrás, esa imagen “es el retrato de un país, la metáfora de una nación que arrastra con lo poco que le queda.”
El hombre del televisor sigue ahí. No solo vive, sino que se ha convertido —quizás sin saberlo— en un símbolo de todos los cubanos que cargan a diario con el peso de la pérdida y la esperanza.
Aferrado a su televisor, como quien no quiere perder lo último que le queda.

                                    

