Autor: Hugo León
Foto: RRSS
La inestabilidad del sistema eléctrico en Cuba se pone de manifiesto nuevamente este jueves: la Unidad 6 de la Central Termoeléctrica Antonio Maceo, conocida como Renté, se apagó solo un día después de haber sido sincronizada.
La Unión Eléctrica (UNE) comunicó a través de su perfil en Facebook que la interrupción fue causada por un “problema eléctrico”, una falla que se ha vuelto habitual en las últimas semanas. Esta noticia generó más escepticismo que alivio entre la población, acostumbrada a announcements de sincronización que se traducen en desconexiones inesperadas en pocas horas.
El día anterior, la Unidad 3 de Renté había quedado fuera de línea por “bajo vacío” apenas 89 minutos tras su integración al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Días previos también se reportaron caídas en la Unidad 5 y la propia Unidad 3, lo que confirma el patrón de fallas constantes en la planta santiaguera.
El director general de la termoeléctrica, Jesús Aguilar Hernández, comentó a los medios oficiales que los bloques 3, 5 y 6 estaban fuera de operación debido a intensas lluvias. Sin embargo, los técnicos intentaron reintegrar la Unidad 6 para generar alrededor de 50 MW al SEN, esfuerzo que se vio frustrado por la nueva desconexión.
La lista de incidentes recientes incluye una fuga en la estación de agua de la Unidad 5 y averías sucesivas durante el fin de semana, lo que posiciona a Renté como uno de los puntos más vulnerables del sistema eléctrico del país.
Estos acontecimientos se dieron luego de la visita del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a la central, donde prometió mejoras para finales de año. Sin embargo, los hechos contradicen el discurso oficial y aumentan el descontento entre los ciudadanos sobre la situación energética.
Mientras tanto, los residentes de Santiago de Cuba y de otras provincias orientales continúan lidiando con apagones prolongados, en medio de una crisis energética que no muestra señales de mejoría inminente.
