Fotos: José Luis Tan Estrada / Facebook
El Hospital Psiquiátrico de Camagüey ha vuelto a ser objeto de atención pública, debido a nuevas denuncias sobre posibles abusos y condiciones alarmantes en sus instalaciones.
Las acusaciones provienen del periodista independiente José Luis Tan Estrada, quien ha hecho públicas una serie de declaraciones y fotografías que retratan un entorno de precariedad, maltrato y abandono.
Según lo publicado, los pacientes, muchos en situación de gran vulnerabilidad, son sometidos a prácticas que incluyen agresiones físicas, ataduras prolongadas y una alimentación que se califica como insuficiente y humillante. Todo esto ocurre, de acuerdo con la denuncia, sin que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) haya brindado respuestas evidentes a la crisis.
La alimentación que reciben los internos es uno de los aspectos más preocupantes. Tan Estrada asegura que en la mayoría de los casos se reduce a dos cucharadas de arroz, viandas de forma esporádica y caldos preparados con huesos, carentes de proteínas.
Este patrón alimentario, señala, ha resultado en casos de desnutrición severa y un deterioro general en la salud de los pacientes.
A la escasez alimentaria se suma una falta crónica de medicamentos. La ausencia de fármacos dificulta la implementación de tratamientos adecuados y provoca que, cuando un paciente sufre una crisis, la respuesta habitual no sea la atención médica, sino la fuerza física.
“Cuando los pacientes tienen crisis o ‘se alteran’, en vez de recibir la atención necesaria, son golpeados o atados durante casi todo el día para evitar ‘inconvenientes’ al personal de enfermería y asistencia”, detalla el informe de Tan Estrada.
Las imágenes compartidas en redes sociales evidencian la magnitud del problema: una anciana completamente desnuda, otra con visibles golpes en el rostro, un hombre descalzo en el comedor y otro intentando alimentarse con un plato de sopa aguada.
Estas imágenes, publicadas en Facebook, han intensificado las críticas y abierto un nuevo debate sobre la atención en las instituciones psiquiátricas de la isla.
Hasta el momento, no se han recibido pronunciamientos oficiales del MINSAP en respuesta a estas acusaciones. La falta de una respuesta mantiene las incertidumbres y aumenta la presión sobre las autoridades sanitarias, que son instadas a esclarecer lo denunciado y tomar medidas urgentes para garantizar condiciones dignas para los pacientes.