Texto: Hugo León
Foto: RRSS
El sector eléctrico en Cuba se encuentra de luto nuevamente tras un accidente laboral. El liniero Cleivi Pujada Castro, quien se desempeñaba en la Subestación de Playa Baracoa, perdió la vida mientras trabajaba en una línea de 7.8 kV vinculada a un circuito de 13.2 kV, según reportes de activistas y familiares en redes sociales.
El trágico suceso ocurrió en el municipio de Bauta, provincia de Artemisa, en condiciones donde, de acuerdo a denuncias de sus compañeros, no se contaba con las protecciones necesarias para garantizar la seguridad del trabajador. Hasta el momento, ni la Unión Eléctrica (UNE) ni otras instituciones oficiales del sector han emitido comunicados sobre lo ocurrido.
La activista Irma Broek expresó sus condolencias en Facebook y al mismo tiempo denunci ó los peligros cotidianos que enfrentan los linieros: “Los trabajadores se enfrentan a constantes riesgos debido a la falta de medidas de protección adecuadas”. Su mensaje refleja la preocupación constante de quienes laboran en este sector, quienes afirman desenvolverse en ambientes precarios y con recursos limitados.
El familiar Liván Pujada confirmó la tragedia con un mensaje en redes: “Con mucho dolor anunciamos que nuestro querido Cleivys ya no está con nosotros. Deja a su esposa y dos hijos que ahora tendrán que crecer sin su padre”. Paralelamente, se ha lanzado una colecta para brindar apoyo económico a la viuda, Maikelys, y a los pequeños.
Otro allegado, Jorge Pujada Meléndez, también compartió unas sentidas palabras: “La vida fue injusta contigo y la muerte te sorprendió en las alturas. Siempre vivirás en nuestros corazones porque supiste ganarte el cariño y respeto de toda la familia”.
Este incidente se suma a una serie de sucesos mortales en el sistema eléctrico del país. El pasado 12 de septiembre de 2025, un liniero de San Miguel del Padrón sufrió una fuerte descarga eléctrica y sobrevivió gracias a la rápida intervención de los vecinos.
En agosto de 2024, otro joven trabajador falleció durante labores de mantenimiento en La Habana. En ese mismo año se registraron dos muertes más: una en marzo en la capital y otra en Matanzas, donde un liniero perdió la vida tras caer de una subestación.