Foto: Tomada de Infobae
Una nueva legislación aprobada por la Cámara de Diputados de Bolivia establece un precedente importante en la defensa de los derechos de la infancia: se prohíbe de forma total el matrimonio antes de los 18 años, sin considerar el consentimiento de padres o tutores. Esta normativa modifica el Código de las Familias, que anteriormente permitía uniones a partir de los 16 años con autorización parental.
Esta modificación representa el fin de una excepción legal que, en la última década, permitió más de 4,800 matrimonios de adolescentes de 16 y 17 años, según datos de la Defensoría del Pueblo. Asimismo, se registraron 487 matrimonios de niñas menores de 15 años, según cifras del Servicio de Registro Cívico.
La votación en la Cámara Baja contó con un amplio apoyo, logrando 87 votos a favor, completando así el proceso legislativo, ya que el proyecto había sido aprobado por el Senado a principios de este año. Ahora, solo queda la promulgación del presidente Luis Arce para que la ley entre en vigor. Detrás de esta iniciativa hay una larga lucha promovida por activistas, juristas y legisladoras como Virginia Velasco, senadora del Movimiento al Socialismo, quien presentó la propuesta al Congreso en 2022.
Velasco tuvo un contacto directo con las consecuencias de los matrimonios infantiles durante su trabajo comunitario en El Alto. Esa experiencia la llevó a comprometerse con este proyecto. “No ha sido fácil. Ha sido una lucha que dimos unidas, cayéndonos y levantándonos. Es un logro histórico e inédito”, afirmó a BBC Mundo. Su esfuerzo fue respaldado por organizaciones como Save the Children, que acompañaron el proceso desde el principio.
La nueva ley también aborda un problema social subyacente: la normalización del matrimonio infantil en comunidades donde se considera culturalmente aceptable o incluso como una solución económica.
Más allá de los matrimonios registrados, hay una realidad oculta: la convivencia de niñas con adultos en uniones libres que no están oficialmente registradas. Investigaciones indican que aproximadamente el 3% de las niñas bolivianas, es decir, unas 32,000 menores, han vivido en concubinato antes de los 15 años. Esto facilita delitos como el abuso sexual, el embarazo infantil, la trata y la explotación, advierte Save the Children.
Los datos del Ministerio de Salud revelan otro aspecto alarmante: entre 2015 y 2023 se registraron más de 458,000 embarazos en niñas y adolescentes. Este fenómeno, vinculado al matrimonio precoz, perpetúa el ciclo de pobreza, desigualdad y violencia de género. Por ello, para las impulsoras de la ley, esta es solo la primera victoria en una serie de batallas por ganar.