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Este martes, falleció el viceprimer ministro cubano Ricardo Cabrisas Ruiz, “víctima de una penosa enfermedad, a la edad de 88 años.” La noticia fue anunciada por el presidente Miguel Díaz-Canel en sus redes sociales.
Según informaron medios estatales, Cabrisas “dirigió varios ministerios del área económica, representó a Cuba en la arena internacional y copresidió las Comisiones Intergubernamentales para las relaciones económicas y financieras con diversos países.”
A pesar de su avanzada edad, el líder cubano mantenía un rol fundamental en las negociaciones con el Club de París, Rusia y otros acreedores, desempeñando un papel decisivo para aliviar las presiones financieras sobre Cuba en el momento de los cobros de deudas.
Fue a inicios de este 2025 cuando Cabrisas Ruiz, evidenciando un claro deterioro físico, viajó a París y consiguió modificar los acuerdos de pago de la deuda en una negociación directa con el presidente del Club, Bertrand Dumont.
El mayor logro conseguido con el Club de París fue la condonación de 8,500 millones de los 11,100 millones de dólares en deudas acumuladas desde 1986, con pagos reestructurados hasta 2033.
Asimismo, otro aspecto destacado en su política exterior fue su relación con Rusia, como líder de las comisiones intergubernamentales entre ambos países, que buscaban atraer financiamiento, inversión o reestructuración de compromisos en sectores como el transporte, la construcción o la cooperación militar; además de los créditos obtenidos con China y los países del Golfo.
Cabrisas también ocupó el cargo de ministro en varias carteras a lo largo de su carrera en la isla, resaltando su rol como ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, así como de Economía y Planificación.
Con su fallecimiento, se despide una de las figuras más influyentes –y al mismo tiempo más enigmáticas– de la política económica cubana en las últimas décadas, dejando tras de sí la interrogante: ¿quién asumirá ahora la tarea de convencer al mundo de invertir en Cuba?