FotoCollage: Vámonos con Juanka | Facebook
Texto: Fede Gayardo
Zuyen García, reconocida como “La Flaca Buscaplata”, es una exmodelo habanera que enfrenta una lucha contra las drogas. Ante esta situación, varios cubanos decidieron ofrecer su ayuda a la joven.
La iniciativa se originó gracias al youtuber Juanka, del canal Vámonos con Juanka, quien logró localizar a Zuyen a través de su madre. Junto a dos amigas, el creador de contenido visitó el hogar donde estaba la joven, iniciando una jornada dedicada al acompañamiento emocional y a la mejora de su imagen personal.
En sus redes, Juanka compartió el siguiente mensaje: “No necesito dar muchos detalles de lo que ocurrió, confíen en mí, comprendí la situación”. Además, describió la experiencia: “La despertamos, casi no podía caminar debido a una lesión en la pierna… pero luego parecía otra persona”.
Durante la visita, le proporcionaron ropa y artículos de higiene, y Zuyen accedió a bañarse, recuperando la sonrisa que su círculo no había visto en más de un año. “La Flaca se mostró muy contenta con los regalos y, para mi sorpresa, se puso coqueta como no lo hacía desde hace más de un año. ¡Qué emoción!”, compartió Juanka.
Las amigas colaboraron con su aseo personal y brindaron apoyo emocional; la madre, emocionada, mostró su agradecimiento a todos los que se involucraron en este esfuerzo por devolverle dignidad y motivación a su hija.
Adicionalmente, el youtuber mencionó que ya se está coordinando atención profesional. “La consulta con la psiquiatra se realizará en el Psiquiátrico de Boyeros”, indicó, solicitando ayuda a quienes puedan colaborar con el transporte para llevar a Zuyen a su cita y así comenzar un proceso de desintoxicación supervisada.
Pocos días antes, la imagen de la exmodelo en condiciones de abandono se volvió viral, generando indignación y un llamado a la solidaridad. Madre de una niña pequeña, su caso evidenció las críticas de familiares y amigos que denuncian la falta de respuestas institucionales y el estigma que enfrentan muchas personas con adicciones en Cuba, donde el acceso a tratamientos especializados es limitado.
Más allá del escarnio público y la burla viral que a veces sufren quienes tocan fondo, esta acción colectiva demuestra que la empatía y el apoyo organizado pueden cambiar el rumbo de una vida.
