Foto: Archivo CN360
La detección de efectivo no declarado en vuelos que llegan desde Cuba ha generado alarmas en Panamá. Un ciudadano cubano de 26 años fue arrestado este fin de semana en el Aeropuerto Internacional Panamá Pacífico al encontrarse 12,000 dólares ocultos en su equipaje. Este descubrimiento se dio tras una revisión secundaria que despertó sospechas en los agentes aduaneros.
No fue un incidente aislado. Durante la misma semana, otros seis pasajeros, de nacionalidades cubana y española, intentaron ingresar al país con un total de 92,031 dólares en efectivo, igualmente sin declarar. Todos los vuelos partieron de La Habana.
Las autoridades panameñas observan con inquietud el incremento de estos incidentes, relacionados con un fenómeno cada vez más común: las «mulas», individuos que viajan con dinero o mercancías solicitadas, muchas veces destinadas al comercio informal en Cuba. Las cifras decomisadas en pocos días indican un patrón evidente.
Transportar más de 10,000 dólares en efectivo sin declararlo es una infracción de la legislación panameña. Aunque puede parecer, a simple vista, una falta menor, en realidad constituye un delito financiero. Las sanciones pueden incluir la confiscación del dinero, grandes multas y procesos judiciales que podrían llegar a instancias internacionales.
En un contexto marcado por la crisis económica en Cuba y la escasez de productos, muchos ciudadanos emprenden estos viajes para abastecer comercios en la isla. Sin embargo, la informalidad en la gestión de divisas choca con las estrictas normas de países como Panamá, donde los controles aduaneros se han intensificado.
Los agentes aduanales advierten que intentar evadir la declaración pone en peligro no sólo los fondos, sino también la libertad de quien los transporta. Incluso si el dinero tiene un origen legal, el simple hecho de no declararlo puede resultar en su confiscación y en el inicio de un proceso legal.
El mensaje de las autoridades es claro: quienes viajen con cantidades significativas de efectivo deben declarar de manera precisa. No hay excepciones, y alegar desconocimiento de la ley no exime de sus consecuencias.
