Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
El Complejo Parque Zoológico Nacional informó que permanecerá cerrado al público desde el 1 hasta el 5 de septiembre, para llevar a cabo tareas de mantenimiento y recuperación debido al aumento de actividades durante el verano.
La atención al público se reanudará el sábado 6 y el domingo 7 de septiembre, según comunicaron los directivos de la institución en un anuncio publicado en el Portal del Ciudadano de La Habana.
Este zoológico se encuentra en el poblado de Calabazar, en el municipio de Boyeros, y abarca 342 hectáreas, presentando una topografía diversa que permite la adaptación de las especies a su hábitat natural. Especialistas señalan que miles de ejemplares han sido plantados, transformando la zona en una atractiva área forestal.
Debido a su relevancia para la avifauna, esta instalación está entre las cinco zonas de Cuba con mayor cantidad de aves registradas, superando las 130 especies, y es considerada por algunos expertos como un corredor migratorio.
En términos de fauna en general, el complejo alberga más de 700 especies, muchas de las cuales viven sin jaulas, en condiciones que replican de manera cercana sus entornos originales, según lo indicado por la institución.
Asimismo, por convenio, funciona como unidad docente para la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Agraria de La Habana, así como para los institutos Superior de Ciencias y Tecnologías Aplicadas y el Politécnico Villena Revolución, contribuyendo a la formación práctica de estudiantes y a la investigación.
La noticia del cierre del Parque Zoológico Nacional llega en un momento crítico, ya que otros zoológicos de la Isla enfrentan problemas evidentes. Informes y relatos de visitantes han documentado el deterioro estructural, estanques secos y deficiencias en el mantenimiento en algunas instalaciones, lo que ha generado preocupación entre especialistas y ciudadanos por el bienestar animal.
Las causas que mencionan usuarios en redes sociales y medios no estatales se deben, en gran medida, a la crisis económica, la escasez de insumos y la presión sobre recursos básicos, lo que también afecta la atención veterinaria y la alimentación especializada.
Además, se ha hecho alusión a la normativa sobre protección animal aprobada en años recientes en Cuba, la cual no aborda adecuadamente las limitaciones prácticas en el terreno ni garantiza el bienestar de los animales en los zoológicos cubanos.