Texto: Hugo León
Foto: RRSS
Este sábado a las 2:05 p.m., un tren de pasajeros que viajaba de Holguín a La Habana sufrió un descarrilamiento parcial al ingresar a los patios de la Estación Central de la capital. A bordo había 984 pasajeros, todos ellos ilesos, según informaron fuentes oficiales.
El accidente ocurrió en la locomotora No. 52557, que se salió de la vía de manera parcial al pasar por un tramo sin andén, cercano al puente elevado de la terminal. Cuatro ruedas resultaron dañadas, lo que llevó a una rápida movilización de las autoridades ferroviarias y a la activación de los protocolos de seguridad pertinentes.
La tripulación y el conductor actuaron conforme a las normas establecidas en caso de emergencias, permitiendo que los pasajeros descendieran de manera ordenada y sin inconvenientes. En un primer momento, se les mantuvo en los vagones hasta que se verificó que era seguro salir. Brigadas de apoyo llegaron de inmediato para asistir a los viajeros y al personal del tren, según información de la Unión de Ferrocarriles de Cuba.
Con la ayuda de locomotoras auxiliares, la unidad dañada fue reencarrilada y llevada a talleres para su revisión, un proceso que duró poco más de una hora. Posteriormente, la Estación Central reanudó sus operaciones con normalidad.
Una comisión compuesta por especialistas de la Administración del Transporte Ferroviario (ATF) y autoridades provinciales está investigando las causas técnicas del incidente. Aunque no se han emitido conclusiones definitivas, los factores recurrentes detrás de estos eventos suelen relacionarse con el deterioro de la infraestructura, la insuficiente señalización, errores humanos y falta de mantenimiento.
Los descarrilamientos en Cuba no son situaciones aisladas. Recientemente, en Matanzas, otro accidente ferroviario dejó seis personas heridas, incluyendo a dos ferromozas y un pasajero. Este incidente afectó a siete vagones y causó daños en aproximadamente 250 metros de vía férrea.