Foto: Archivo CN360
La inquietud continúa aumentando en La Habana luego del brutal homicidio de Yosvani Hernández Meriño, conocido como “El Moro” o “Pocholo”, de 32 años, cuyo cadáver fue hallado en la madrugada del pasado viernes en su hogar, situado en la Calzada de 10 de Octubre, cerca del semáforo de Dolores.
Testimonios obtenidos en la comunidad y en redes sociales indican que la víctima recibió al menos diez puñaladas y un corte severo en el cuello, y su cuerpo fue cubierto con un colchón. Se especula que el crimen podría estar relacionado con personas con las que Yosvani compartió la noche anterior, y además de su vida, se robaron pertenencias del hogar.
La prima de Yosvani, que reside en Italia, fue quien divulgó en Facebook la imagen de un individuo identificado como Brandy Reyes Rodríguez, señalado por ella como el presunto responsable del crimen. Sin embargo, esta persona negó enérgicamente su implicación, calificando las acusaciones de difamación y afirmando que tomaría acciones legales si estas continuaban.
El cuerpo fue trasladado inicialmente a Medicina Legal, donde especialistas llevaron a cabo las pruebas periciales pertinentes. Hasta ahora, fuentes cercanas a la investigación han reportado la detención de tres individuos en relación al asesinato, aunque las autoridades oficiales no han confirmado esta información ni han revelado sus identidades.
El caso ha generado un gran impacto en las plataformas digitales, donde familiares, amigos y vecinos han clamado por justicia y un esclarecimiento total del homicidio. Vecinos y allegados describen a “El Moro”, quien deja en la orfandad a una niña de siete años, como un hombre humilde, trabajador y sociable, muy apreciado en la comunidad y un padre ejemplar que no merecía un final tan violento.
Su muerte ha reavivado el debate sobre el aumento de la violencia callejera en Cuba, fenómeno que usuarios de redes sociales y organizaciones civiles denuncian ha crecido en los últimos años, mientras la respuesta oficial sigue siendo limitada.
Este caso representa otro reflejo de la inseguridad creciente que sufren las calles cubanas y la necesidad urgente de que las autoridades implementen medidas efectivas para proteger a la población y esclarecer hechos violentos como este, que impactan profundamente a la sociedad.