Texto: Hugo León
Foto: Archivo CN360
Hoy se conmemoran 3 años desde que el cielo de Matanzas se cubrió de un humo negro que no solo provocó severas consecuencias ambientales, sino que transformó la vida de 17 familias que perdieron a sus seres queridos.
El 5 de agosto de 2022 se registró el mayor accidente industrial en la historia de Cuba, un siniestro que también dejó más de 140 heridos.
Aquel incendio de gran magnitud en la Base de Supertanqueros de Matanzas, provocado por el impacto de un rayo sobre un tanque de almacenamiento de crudo, mantuvo en vilo durante 7 días tanto a los residentes como a todo el país y al mundo.
Aunque cada vida es valiosa y cada pérdida duele, 4 de los fallecidos eran jóvenes que no debieron estar presentes, chicos que estaban realizando el Servicio Militar Activo y que el destino llevó hasta ese lugar.
Adriano Rodríguez Gutiérrez (18 años), Leo Alejandro Doval del Prado (19 años), Fabián Naranjo Núñez (19 años) y Michel Rodríguez Román (20 años) no eran bomberos ni tenían ninguna obligación laboral que justificara su presencia en ese siniestro.
Este suceso provocó un amplio debate sobre la preparación de las fuerzas de respuesta cubanas ante incidentes de esta naturaleza, así como el uso de soldados del Servicio para tareas de alto riesgo.
En la actualidad, Cuba avanza en la recuperación de los 4 depósitos de combustible destruidos en el incendio y se implementan medidas de seguridad para evitar que un evento similar vuelva a ocurrir, como aumentar la distancia entre los tanques.
Hoy, en la Base de Supertanqueros parece que la vida vuelve a renacer, pero como cada 5 de agosto desde entonces, Matanzas nuevamente llora por sus seres queridos. Se colocan flores en su memoria y se guarda un minuto de silencio en homenaje a su eterno descanso.