Texto: Hugo León
Foto: Cuba Noticias 360
En Cuba, permanecer conectado a Internet durante un mes es actualmente un privilegio reservado para estudiantes y personas que reciben recargas del exterior. Para el resto de la población, con un límite de 6.5 GB cada 30 días, navegar por la red se convierte en un lujo que dura, a lo sumo, 2 semanas.
El 30 de mayo, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba implementó un aumento de tarifas que, sin opción a disputas, complicó aún más el acceso de la clase trabajadora, jubilados y sectores vulnerables al ciberespacio.
Después de los primeros días de indignación colectiva por la medida, y superadas las expresiones de descontento en reuniones familiares, espacios públicos y redes sociales, lo que prevalece ahora es la resignación.
Pero como si la situación no fuera ya complicada, ahora surge otro problema con ETECSA: muchos usuarios se quejan de que su escasa cuota de Internet se agota a velocidades sospechosas.
Un usuario de Facebook identificado como Álvarez Pedro compartió que adquirió un paquete de datos de 120 pesos (2GB) y en menos de 24 horas le quedaban 434.62 MB.
En los comentarios de su publicación, muchos coincidieron en que es un problema generalizado, e incluso algunos bromeaban diciendo que ahora los megas se agotan sin necesidad de estar conectados.
“Bueno, yo compré el paquete de 240, por la tarde y al siguiente día cuando me desperté, ya no tenía nada”, expresó una internauta.
“Igualmente, compré uno de 120 y otro de 240, y no han pasado ni 5 días y ya me quedan solo 600 MB, es un robo”, comentó otro usuario.
Los clientes también han reportado la desaparición de su saldo debido a la misteriosa activación de la tarifa por consumo, la cual, aseguran, habían desactivado previamente.
Las quejas de los cubanos sobre este “problema” son cada vez más comunes, mientras ETECSA, la única empresa de telecomunicaciones en el país, se limita a ofrecer recomendaciones como el uso de aplicaciones de navegación nacional y la verificación de la configuración del teléfono para evitar consumos excesivos.
Si bien los expertos advierten sobre la importancia de revisar el uso de datos en segundo plano, las actualizaciones automáticas y los servicios de ubicación para evitar el desperdicio de megas, también coinciden en que los problemas de red pueden hacer que los teléfonos utilicen más datos mientras intentan mantener la conexión, una situación muy habitual en Cuba, con una red de telecomunicaciones deteriorada y apagones que lentifican la navegación.
¿Es la primera vez que los megas se desaparecen en Cuba?
En realidad, no. En 2020, las quejas de los usuarios sobre el consumo acelerado de megas fueron tantas que ETECSA se vio obligada a emitir declaraciones para aplacar la ola de quejas e incluso memes sobre la brevedad de la duración de los gigabytes en la isla.
En aquel momento, afirmaron que en ningún caso había problemas en la facturación, ya que el sistema de cobro de la entidad era único y de ocurrir un incidente de este tipo, todos los clientes experimentarían lo mismo.
¿Cuál es la verdadera causa de que los megas se esfumen?
Existen múltiples razones por las que el consumo de Internet puede incrementarse, algunas vinculadas a la configuración de los dispositivos y otras a diversos factores externos.
En el caso de los cubanos, un elemento que podría estar influyendo es la percepción. Hasta el 30 de mayo, los usuarios no necesitaban preocuparse por monitorear su consumo; la disponibilidad de acceso económico y libre a Internet permitía un uso de la red sin ansiedad. Ahora, con las restricciones para navegar, las personas están más atentas a su consumo diario, que puede parecer mayor, sin serlo realmente.
Sin embargo, también es posible que ETECSA, efectivamente, haya realizado ajustes en su estructura de tarifas, lo cual podría estar impactando negativamente en la durabilidad de los paquetes de datos.
En cualquier caso, lo innegable es que los megas desaparecen, y que, en contraste con el resto del mundo y la lógica del desarrollo, todo parece indicar que la sociedad cubana se dirige hacia un estado de mayor desconexión.