Prismas cubanos: del miedo nocturno a los Power Rangers

Lo más Visto

Foto: RRSS

En la Cuba de los años 90, cuando el acceso a audiovisuales extranjeros era casi una “misión imposible”, un programa de la televisión nacional ofrecía diferentes materiales, siendo lo que muchos consideraban el plato fuerte: un cortometraje de terror o suspenso que se transmitía, como decía el eslogan del programa, poco antes de la medianoche.

Con su distintivo nombre, Prismas logró cautivar a los cubanos y se mantuvo en emisión durante décadas. Aunque con el tiempo cambió de horario y frecuencia, este era el programa estelar de los miércoles por la noche, justo antes de que finalizaban las transmisiones de Cubavisión, que en aquella época no transmitía durante la madrugada.

Con una propuesta cultural variada y refrescante para su tiempo, el programa abarcaba múltiples géneros, combinando videoclips con breves series animadas, entrevistas y cortometrajes de género negro, todos enmarcados por una cabecera icónica: el tema musical Hood Box Office/Religion, de Slade Powder, acompañado de secuencias inspiradas en el show televisivo Tales from the Crypt. Este contraste cosmopolita y enigmático rápidamente captó la atención de jóvenes y adultos televidentes.

Durante los meses de julio y agosto, el segmento nocturno se transformaba en una versión diurna más ligera: Prismas bajo el sol, enfocada principalmente a niños y adolescentes. En vez de suspenso, la propuesta incluía documentales, series infantiles como los famosos Power Rangers, animaciones en 3D y bloques musicales vibrantes, materiales que todavía hoy son recordados con nostalgia por miles de cubanos.

No existen registros oficiales que especifiquen el año exacto en que se interrumpió Prismas. Lejos de ser una desaparición abrupta y oficial, su salida a inicios de los años 2000 fue discreta: sin campaña de despedida ni debate público. El programa simplemente dejó de aparecer en la parrilla, y los televidentes lo percibieron como una cuidadosa decisión editorial, en lugar de un cambio cultural anunciado.

Algunos expertos sugieren que detrás de este tipo de decisiones se encuentra el impacto de los cambios en la política interna del ICRT relacionados con la producción de programas de entretenimiento, limitaciones presupuestarias y una tradición de eliminar discretamente programas considerados poco alineados a la línea editorial oficial.

Lo cierto es que Prismas y Prismas bajo el sol dejaron una huella profunda en diversas generaciones de cubanos. Fueron espacios innovadores que se convirtieron, sobre todo la versión veraniega, en una especie de ritual televisivo.

Su desaparición también marcó el fin de una tradición audiovisual asociada al disfrute estival frente a la pantalla y de aquella lejana época en que los habitantes de una Cuba pre-streaming conocieron el mundo a través de los singulares Prismas de un programa de televisión.

Más Noticias

Últimas Noticias