Texto: Hugo León
Foto: RRSS
Un nuevo incidente de violencia perturbó este viernes las calles de La Habana, cuando un microbús de la ruta 48 fue atacado con piedras cerca del Hospital Frank País, en el municipio de La Lisa.
El suceso tuvo lugar alrededor de la 1:50 p.m., tras un altercado en la vía entre el conductor del microbús y una mujer que manejaba un ciclomotor.
De acuerdo con las autoridades, no se registraron heridos, pero el ataque generó alarma entre los pasajeros y ocasionó daños materiales. La conductora, visiblemente alterada, lanzó una piedra que destrozó el parabrisas trasero del microbús y luego intentó huir. Fue aprehendida por agentes del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) y llevada a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, calificó el incidente como grave, ya que pone en riesgo la vida de los pasajeros y provoca daños a uno de los vehículos recién incorporados al sistema de transporte urbano. “Son medios que tanto nos ha costado adquirir en estas difíciles condiciones”, lamentó.
El director de Taxis Cuba, Jaime Morera Estévez, también rechazó el acto: “Una pedrada rompe más que un parabrisas”, sostuvo, haciendo referencia al daño simbólico y social que conllevan este tipo de agresiones.
No es la primera vez que se registran tales incidentes. En los últimos meses, varios ómnibus en La Habana han sido objeto de ataques con piedras, afectando unidades de las rutas P11, P23, y P7. En algunos casos, los ataques fueron realizados por estudiantes o personas alteradas tras conflictos menores con los choferes.
La creciente ola de vandalismo ha empeorado la ya delicada situación del transporte público en la capital, caracterizada por la escasez de vehículos, piezas de repuesto y combustible. Cada unidad dañada reduce la capacidad de respuesta para una población que depende del transporte estatal.
El Ministerio de Transporte ha instado a la ciudadanía a fomentar la resolución pacífica de conflictos y a evitar la normalización de estos actos, que ponen en riesgo la seguridad de los usuarios y comprometen aún más un servicio esencial.