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Autor: Hugo León
Imágenes: RRSS
Un fenómeno meteorológico poco habitual impactó en la tarde del jueves a los habitantes de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa. Un evento que parece haber sido un tornado tocó tierra en la zona de Mayorquín, causando daños materiales que aún deben ser evaluados.
De acuerdo con testimonios de los locales, el fenómeno se produjo entre las 3:30 p.m. y las 4:00 p.m., siendo especialmente intenso alrededor de las 15:41 hora local, momento en el que comenzaron a circular en las redes sociales imágenes y videos del evento.
Los residentes indican que el tornado se formó cerca del barrio rural La Cachimba, a aproximadamente tres kilómetros del centro de Güira, y se desplazó durante varios minutos por el territorio del municipio.
“En mis 28 años, es la primera vez que veo un tornado que dure tanto tiempo”, compartió un vecino en redes sociales, todavía sorprendido por la experiencia.
Las espectaculares imágenes publicadas muestran una densa columna de viento y tierra rojiza elevándose hacia el cielo, con árboles dañados y techos arrancados en su ruta.
Hasta el momento, no se han reportado víctimas fatales ni heridos; sin embargo, las autoridades locales y los equipos de emergencia están realizando una evaluación de los daños.
El fenómeno generó preocupación entre la población, no solo por su fuerza, sino también por la infrecuencia de tales eventos en la región occidental de Cuba. Los especialistas aún no han proporcionado un informe oficial sobre la magnitud del fenómeno ni su clasificación precisa.
La Defensa Civil ha instado a los habitantes de Güira y áreas vecinas a mantenerse informados a través de canales oficiales y a estar alertas frente a posibles cambios drásticos en el clima.
¿Un tornado “rojo”?
En la región de Güira de Melena, los suelos son de laterita o tierra roja, rica en óxidos de hierro, que le confiere un tono rojizo. Cuando el tornado toca tierra y comienza su desplazamiento, levanta grandes volúmenes de este polvo, que se mezcla con la columna visible del fenómeno.
Cuando los tornados no están acompañados de lluvias fuertes en su base, la tierra levantada no se disuelve ni se limpia con el agua, lo que permite que el color del suelo predomine en el aspecto visual del tornado.
Aunque esto no altera su peligrosidad, sí le brinda una apariencia impactante debido a su inusual color.