Foto: Flickr
Texto: Fede Gayardo
“¡Ayuda, ayuda, me quieren matar!”, fueron los gritos de Marisa, una mujer cubana de 61 años, antes de ser asesinada por su pareja este martes en Getafe, Madrid, de acuerdo con informes de medios españoles.
El perpetrador de este crimen machista es un hombre español de 63 años, conocido por las autoridades como Florindo. El incidente ocurrió cuando los vecinos, alertados por los gritos, avisaron a la Policía Nacional.
Al llegar al hogar que compartían la pareja y otras personas, los agentes encontraron a Florindo atrincherado en un cobertizo del patio, con el mismo cuchillo que, instantes antes, había utilizado para asestar tres puñaladas en el pecho a Marisa. A pesar de la pronta intervención de los servicios de emergencia, no lograron reanimarla.
‼️ Confirmamos el asesinato de una mujer de 61 años por presunta #ViolenciaDeGénero en la provincia Madrid, hoy 24 de junio.
🔴 El número de mujeres asesinadas por violencia de género asciende a 16 en 2025 y a 1.310 desde 2003.
— Delegación del Gob. contra la Violencia de Género (@DelGobVG) June 24, 2025
La operación policial requirió que los agentes descendieran desde la terraza de una vivienda contigua para acceder al escondite del agresor. Tras varias llamadas instándolo a rendirse, decidieron utilizar una pistola táser, que finalmente permitió su captura. Florindo se encuentra ingresado en estado grave en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Familiares de la víctima han declarado que no había antecedentes de denuncias por violencia de género, aunque mencionan episodios de depresión en el agresor y un intento de suicidio. La pareja estuvo junta por más de 20 años.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género de España confirmó este hecho como un feminicidio, elevando a 16 la cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de 2025.
Este nuevo caso de violencia machista ocurre menos de seis meses después del asesinato de Karilenia, otra cubana madre de tres hijos, quien fue asesinada en enero por su pareja en Langreo, Asturias. Ninguno de los dos crímenes contaba con denuncias previas y ambos se perpetraron con arma blanca tras una discusión doméstica, según confirmaron las autoridades españolas.
