Foto: Archivo CN360
Se ha dado a conocer que Koldo García, quien fuera asesor del político español y exministro de Transportes (2018-2021) José Luis Ábalos, tuvo un papel directo en la asignación de un agente de seguridad a la Embajada de España en Cuba, según un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Esta gestión, realizada en 2020, incluyó comunicaciones directas con el embajador en La Habana, lo que pone de manifiesto una red de influencias no oficial para colocar a personas de confianza en posiciones diplomáticas altamente deseadas.
En una conversación grabada el 18 de noviembre de 2020, García le informó al escolta Alejandro S. que ya había contactado al embajador Ángel Martín Peccis, quien lo solicitaría formalmente como parte de su equipo de seguridad. Este tipo de posiciones, especialmente en Cuba, son consideradas sumamente atractivas para los agentes debido a sus condiciones económicas, con salarios que pueden exceder los 15.000 euros mensuales, según revela una investigación publicada por The Objective.
“Ya me ha dicho que vas”, le aseguró García al policía, anticipándole que el embajador haría la solicitud personalmente ante el Ministerio del Interior. En la llamada, el exasesor muestra confianza en su capacidad para influir en el proceso, sugiriendo una práctica establecida de designaciones basadas en afinidades políticas o personales, al margen de los canales oficiales.
El caso de Cuba se suma a una serie de nombramientos diplomáticos impulsados por Koldo García. La UCO ha documentado al menos dos casos adicionales: el del escolta Rubén de Aldama, asignado a Rusia, y el del agente M.C.F., destinado a Guinea Conakry. Ambos nombramientos fueron gestionados tras la intervención del exasesor, incluso cuando los agentes no cumplían con los requisitos oficiales.
El informe también indica que desde 2019, García venía recibiendo solicitudes directas de policías que estaban interesados en destinos en el extranjero. En un correo electrónico, un agente le envió su currículum junto con una lista de embajadas preferidas, que incluía Corea, Ucrania, Portugal y Marruecos, lo que sugiere que la mediación de García era bien conocida entre ciertos círculos policiales.
Es notable que un asesor del Ministerio de Transportes tuviera la capacidad de influir en decisiones que, por ley, dependen del Ministerio del Interior y del Ministerio de Asuntos Exteriores. Según la normativa vigente, estas designaciones deben pasar por filtros administrativos y consultas oficiales, y no deberían realizarse a través de acuerdos informales entre asesores y embajadores.
El caso cubano resalta no solo por su ubicación geográfica y el contexto político del destino, sino también por la rapidez y discrecionalidad con que se gestionó el nombramiento. En apenas dos semanas desde la llegada del nuevo embajador, la posición ya estaba ocupada, sin pasar por procesos competitivos o evaluaciones técnicas.