Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras detendrá sus turbinas durante 72 horas, justo cuando el calor no da tregua y los apagones son el ‘pan de cada día’.
La noticia fue divulgada en Facebook por el periodista estatal José Miguel Solís, quien afirmó que la «parada técnica» está destinada a «reparar el recalentador de alta temperatura, tan pronto como lo permita la disponibilidad del SEN».
Por su parte, el director general de la Guiteras, Rubén Campos Olmo, comentó que actualmente la central termoeléctrica opera a 235 MW y anticipó que «el mantenimiento es vital para garantizar la eficiencia energética, además de avanzar en la logística de partes y piezas para una futura y gran intervención programada para finales de año, la cual incluirá la caldera, la turbina, el generador y el transformador de salida».
La elección de junio, inicio de la estación donde el calor se intensifica y las noches son cortas, ha incrementado aún más la indignación popular. Al paro se unió otra información: el anuncio de una planta desalinizadora que podría ahorrar agua dulce y atender la industria sin afectar el consumo doméstico.
Este proyecto, según el informe en la red social, se encuentra «en espera de financiamiento». De lograrse, aseguran que permitirá una «independencia hídrica para la industria, un ‘alivio del suministro para la población’ y una disminución de la presión sobre los acuíferos locales».
En cuanto al impacto económico y social, se amplió que la inversión en la planta desaladora «no solo resolverá el estrés hídrico, sino que también garantizará ‘la continuidad operativa sin afectar el suministro residencial’ y reducirá ‘costos operativos relacionados con el tratamiento y extracción de agua'».
Campos Olmo concluyó el texto afirmando que «esta planta desaladora nos brindará independencia hídrica y aliviará a la población, además de situarnos a la vanguardia ambiental. Esperamos concretar el financiamiento pronto».
Por ahora, la única certeza es la parada técnica de la Guiteras, el misterio de su próxima operación y la seguridad de que los apagones seguirán aumentando, convirtiéndose en una constante en la vida cotidiana de los cubanos.
