Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
La prostitución y la explotación sexual en Cuba siguen siendo temas poco abordados por el gobierno de la Isla en tiempos recientes, a pesar de las evidencias que sugieren un aumento de esta problemática, especialmente cuando involucra a menores de edad.
Un informe del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer advirtió en octubre pasado que las raíces de este fenómeno son “la pobreza y el hambre” y solicitó a las autoridades cubanas una mayor acción para combatir esta situación.
En su informe, el Comité de Naciones Unidas también enfatizó que las ayudas a las víctimas de esta “explotación” son insuficientes, así como los esfuerzos para erradicar la prostitución de mujeres y niñas en zonas turísticas.
Recientemente, circuló en redes sociales un video de dos jóvenes cubanas que afirmaron desempeñarse en la prostitución. Aunque podría tratarse de un caso aislado, su declaración sobre la participación de niñas de “tan solo 12 y 13 años” generó conmoción.
Según las jóvenes, “hay turistas que solicitan menores de edad”. “Uno me ofreció 10 fulas por cada menor de edad que le consiguiera de menos de 15 años y yo le dije que no”, contó una de ellas.
La otra joven se cuestionó: “¿Por qué lo hacen? Por la necesidad, porque sus padres no pueden comprarles un par de zapatos que vale 25 000 pesos y ellas quieren estar en la farándula, verse bonitas… ya todo lo sabes. Aquí no hay nada oculto”. Finalmente, afirmaron que “es duro, durísimo”.
El documento del Comité de la ONU destacó que las mujeres afrocubanas y aquellas que habitan en áreas empobrecidas y rurales son especialmente vulnerables a este tipo de explotación.
Un reporte de la agencia EFE recuerda que el mencionado Comité de Naciones Unidas es presidido por la española Ana Peláez y “vigila el cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de la cual Cuba es estado firmante”.
Actualmente, la prostitución en Cuba no está prohibida, pero las leyes se centran en sancionar la explotación sexual y el proxenetismo. El Código Penal vigente, Ley 151/2022, no considera delito la práctica de la prostitución en sí misma, definida como “comercio carnal”, y por ende no penaliza a quienes ofrecen servicios sexuales a cambio de remuneración. Sin embargo, la legislación sí sanciona el proxenetismo, la trata o explotación sexual de menores y la pornografía.
A pesar de los esfuerzos mencionados por el gobierno cubano para combatir la trata de personas y la explotación sexual, es evidente que persisten desafíos significativos en la protección de los derechos de las personas involucradas en la prostitución y en la erradicación de las causas estructurales que la perpetúan.
