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Una turista rusa se halla en estado crítico tras el vuelco de una minivan de la empresa estatal Transtur, sucedido en la carretera entre Cayo Coco y La Habana, cerca del municipio de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas. En el vehículo también viajaban otros ocho ciudadanos rusos.
Según el testimonio de un pasajero al diario Moskovskaya Gazeta, la minivan recorrió unos 150 metros descontrolada por el lado de la vía, chocó contra una cerca y terminó volcada. A pesar de la violencia del accidente, solo una de las turistas resultó gravemente herida; el resto presentó lesiones menores como hematomas y arañazos, y optaron por no recibir atención médica.
La víctima más afectada, cuya identidad no ha sido revelada, habría sufrido una posible fractura de columna vertebral. Actualmente se encuentra ingresada en un hospital de Matanzas, acompañada por un guía y un intérprete del turoperador ruso PEGAS Touristik, responsable del grupo durante su estancia en Cuba.
Imágenes divulgadas en redes sociales muestran los daños visibles en el lado izquierdo del vehículo, lo que evidencia la magnitud del siniestro. De momento, la empresa Transtur no ha ofrecido una versión oficial de los hechos, ni ha respondido a las solicitudes de información por parte de la prensa.
La abogada rusa Olga Ivanova, especializada en seguros de viaje, recomendó a los familiares de la víctima que se comuniquen de inmediato con la aseguradora y conserven todos los recibos médicos. En caso de requerir traslado aéreo o atención especializada, también sugirió contactar al consulado ruso en La Habana.
Este nuevo incidente reaviva las alertas sobre la seguridad vial en Cuba, especialmente entre los visitantes extranjeros. En las últimas semanas, otros turistas rusos han denunciado asaltos y agresiones en las calles de La Habana, lo que contribuye a un aumento de la preocupación sobre las condiciones que enfrentan los viajeros en la isla.