Texto: Darcy Borrero
Las artistas cubanas Massiel Rubio y Yanelys Núñez, residentes en Madrid, se raparon la cabeza en señal de apoyo al Movimiento San Isidro, conformado por personas que están en huelgas de hambre y sed en el barrio del mismo nombre en La Habana.
Yanelys fue la primera en hacerlo. Es fundadora del Museo de la Disidencia, ubicado en la calle Damas, número 955, que actualmente alberga al Movimiento San Isidro. Graduada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana, ha llevado a cabo, junto al huelguista y líder del movimiento, Luis Manuel Otero Alcántara, diversas acciones de intervención pública en forma de performance.
Hace un par de años, se untó el rostro con excremento para protestar contra el Decreto 349, que penaliza el arte independiente. “Están llenando de mierda la cultura nacional”, afirmó la joven en ese momento. Ahora, el 25 de noviembre de 2020, tras varios días de manifestaciones frente al Congreso de España, exigen internacionalmente la liberación del rapero Denis Solís, que es una de las demandas de los huelguistas.
Además, clama junto a ellos por el cierre de las tiendas que venden productos escasos en otras tiendas comerciales existentes previamente en el país. También pide por la vida de los huelguistas y por un diálogo entre ellos y el gobierno cubano.
“Por eso estábamos hoy de nuevo frente al Congreso de los Diputados. Por eso nuestras cabezas, la de Yanelys Núñez y la mía, están rapadas. Porque este país en el que vivimos es uno de los principales socios comerciales de Cuba y no se pronuncia. Porque su Gobierno no es capaz de hablar ante la muerte”, escribió Massiel Rubio en su perfil de Facebook.
“Porque, al igual que el Gobierno cubano, simplemente no les importa ya que no se alinea con su agenda política. Este izquierdismo de cartón que se exhibe en los salones pero no se arraiga en lo que viven quienes no tienen nada es también una vergüenza. Después, cuando los acribille la contraparte, no digan que no lo sabían. Lo sabían todo”, sentenció.
Por su parte, la prensa estatal cubana califica lo que ocurre en el Movimiento San Isidro en La Habana como una huelga de hambre a la que se han unido 13 personas en una casa de La Habana Vieja. “Muchos de ellos son personas en condiciones socioeconómicas desfavorables, desempleados o con antecedentes delictivos”, señala el diario Granma. Ignoran que Anamelys Ramos y Katherine Bisquet se graduaron de la Facultad de Artes y Letras, que Oscar Casanella es científico, o que cientos de artistas e intelectuales también se solidarizan con las vidas que en Damas 955 se desvanecen en este momento.
