Texto: Amanda Montesinos
Este viernes, el Ministerio de Cultura de Cuba emitió una nota oficial en la que se interrumpe el diálogo con artistas, intelectuales y la ciudadanía en general, que había comenzado una semana antes, el 27 de noviembre en la noche. «El Ministro de Cultura no se reunirá con personas que tengan contacto directo y reciban financiamiento, apoyo logístico y respaldo propagandístico del Gobierno de los Estados Unidos y sus funcionarios. Tampoco lo hará con medios de prensa financiados por agencias federales estadounidenses», se afirma en el comunicado.
En su descripción, se menciona que el primer encuentro con el denominado 27N se llevó a cabo cuando al menos doscientas personas se reunieron frente a la institución cultural con diversas solicitudes. «Nuestro horizonte es crear una referencia ética, política, humana, de justicia social, de inclusión, de democracia, de rechazo a todas las formas de discriminación, para posibilitar un ambiente de diálogo y reconciliación en Cuba y en todos los lugares del mundo donde vivan cubanos y cubanas», reza la declaración del grupo movilizado ese día desde la mañana.
Las demandas fueron resumidas en un post en Facebook, incluyendo el “cese del hostigamiento, la represión, la censura, el descrédito y la difamación por parte de las autoridades y los medios oficiales hacia la comunidad artística e intelectual cubana, así como a cualquier ciudadano que disienta de las políticas del Estado”.
La postura del ministerio, así como la de las instituciones estatales y la prensa oficial en general, sostiene que estas personas llegaron hasta allí «por convocatoria en redes de grupos con otros intereses», aludiendo al Movimiento San Isidro. Algunos miembros de este grupo se habían declarado en huelga de hambre y sed días antes, demandando la liberación del rapero Denis Solís, quien está condenado a ocho meses de prisión por desacato a la autoridad policial, y estaban detenidos durante la realización del mencionado encuentro, según informaron en sus perfiles de redes sociales.
En la primera reunión, que no tuvo lugar hasta las diez de la noche del 27 de noviembre, unas treinta personas entraron a las oficinas del ministerio para reunirse con el viceministro Fernando Rojas y otras autoridades de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC). Entre ellos estaban el actor Jorge Perugorría, el cineasta Fernando Pérez y la artista Tania Brugueras. La reunión duró aproximadamente cuatro horas y finalizó con el compromiso de ambas partes de realizar encuentros periódicos para resolver las diferencias.
Otros acuerdos de esa noche, según dieron a conocer los artistas Yunior García, Katherine Bisquet y Tania Brugueras al salir del ministerio, alrededor de las dos de la madrugada, incluyeron que las autoridades «se interesarán en las situaciones de Denis Solís y Luis Manuel Alcántara con urgencia; se establecerá una agenda de múltiples temas con propuestas de ambas partes; se revisará la declaración de la AHS; podremos reunirnos sin ser hostigados en los espacios independientes [de creación], hay tregua con los espacios independientes; el ministro [de cultura] se reunirá con nosotros a partir del miércoles de la semana siguiente».
En la semana transcurrida desde el primer encuentro hasta el comunicado reciente del Ministerio de Cultura, ha sido evidente el despliegue de una intensa campaña mediática por parte de la prensa oficial, cuyo resultado ha sido la deslegitimación del diálogo propuesto por el grupo que ahora se designa 27N. En los informes oficiales, hasta el momento, no se ha ofrecido evidencia de la injerencia directa del gobierno de Estados Unidos entre quienes defienden la posición de mantener las conversaciones con las autoridades cubanas.
Como parte de los preacuerdos, se había establecido que se llevaría a cabo una segunda reunión esta semana, para la que se conciliarían listas de temas y participantes por adelantado. En el comunicado oficial de esta mañana, el Ministerio incluye lo que califica como «un correo insolente», en el que el 27N envía su propuesta de participantes y solicita condiciones específicas para sostener el diálogo.
Los siete puntos contenidos fueron:
1- Dado el acoso, hostigamiento y criminalización hacia los participantes en el 27N y el MSI, pedimos garantías de seguridad y protección para todos los que asistiremos a la reunión y para quienes quieran estar afuera.
2- Dado que la lista de representantes enviada al MINCULT incluye los nombres de personas elegidas democráticamente por los manifestantes del 27N, la participación de dichos representantes en la reunión no puede ser negociable.
3- Dado que vamos a tratar temas legales, nos acompañará el jurista Julio A. Fernández Estrada como asesor legal en esta reunión.
4- Dado que los temas en la agenda exceden las facultades del Ministro de Cultura y que, en momentos anteriores de nuestra historia en los que ha habido crisis en el ámbito cultural, ha sido siempre la máxima autoridad del país quien se ha sentado a dialogar, pedimos la presencia del presidente Miguel Díaz-Canel en esta reunión, así como de un representante facultado del Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia.
5- Dado que quienes están dentro de la reunión representan a cientos de personas que no estarán presentes; dado que en la experiencia anterior se violaron acuerdos, y que los medios oficiales solo informaron sobre lo ocurrido en la reunión a través del NTV con la versión del viceministro Fernando Rojas, sin posibilidad de réplica en dicho medio, requerimos la presencia de prensa independiente para que grabe y cubra la reunión. Asimismo, solicitamos que estén presentes los medios oficiales que determine el MINCULT.
6- Pedimos que al final de la reunión se emita una declaración pública conjunta (un representante del MINCULT y un representante del 27N) donde se expongan todos los acuerdos a los que se haya llegado entre ambas partes.
7- No consideramos pertinente presentarnos a la reunión hasta que estas garantías hayan sido dadas públicamente.
El ministerio desmiente los supuestos contenidos en el correo y califica al grupo como “carente de legitimidad y ética para emplazar a las instituciones de la cultura cubana”.
Por su parte, el 27N advierte desde sus plataformas sociales que “varios de los jóvenes presentes en la reunión del 27N, junto a otros que nos han acompañado en la organización de la agenda para el diálogo con el Mincult, SE ENCUENTRAN BAJO ESTRICTA VIGILANCIA Y ASEDIO; incluso algunos hemos sido detenidos. Creemos que estos hechos ponen en riesgo el progreso de las conversaciones que deberían desarrollarse en un clima de respeto y paz”.
A partir del primer encuentro, el cineasta Fernando Pérez aseguró que era el momento “con todas las contradicciones que tenemos aquí dentro, de que haya diálogo con aquellos que han estado excluidos, no solo por posicionamientos creativos, sino también por posiciones políticas”, afirmó en una entrevista con Periodismo de Barrio. El cantautor cubano Silvio Rodríguez también se ha pronunciado en su blog sobre el giro abrupto de los acontecimientos. Su opinión es que “se agarraron de lo que fuera para suspender el diálogo, para quitárselo de encima”. Es de esperar que otros posicionamientos se manifiesten pronto, tal como ha sucedido en los perfiles de destacadas personalidades de la cultura cubana.
