Foto: Jorge Luis Borges Liranza
El icónico Hotel Nacional de Cuba, que disfruta de los aires del malecón habanero gracias a su ubicación privilegiada en el centro del Vedado, reabrió sus puertas al finalizar el año tras haber llevado a cabo una renovación importante durante su período de cierre ocasionado por la llegada de la pandemia del Covid-19 al país.
Inaugurado el 30 de diciembre de 1930 en la loma de Taganana, casi al final de la caleta de San Lázaro, un sitio histórico de desembarcos de piratas, fue considerado en su apertura como el más importante del Gran Caribe.
Su gran distinción, elegancia y servicios de primera categoría hacen que la instalación, que forma parte del Grupo Hotelero Gran Caribe, sea la elección preferida de destacadas personalidades de todo el mundo y numerosos visitantes. Ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos el del World Travel Award en la categoría de Mejor Hotel de Cuba, premio que ha vuelto a obtener.
El Hotel Nacional de Cuba alberga la Batería de Santa Clara, la cual forma parte del conjunto de fortificaciones reconocidas por la UNESCO, junto a La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad. La UNESCO también lo ha declarado Memoria del Mundo y lo clasificó como Monumento Nacional.
Durante las obras de renovación se entregaron 150 habitaciones, alcanzando posteriormente un total de 426. Además, se realizaron trabajos en áreas tanto interiores como exteriores, incluidos restaurantes, piscina, jardines, salones y cocinas. Se introdujeron tecnologías avanzadas que han convertido al hotel en un establecimiento inteligente, optimizando los servicios, ahorrando energía y protegiendo el medio ambiente, según lo indica el director general de la instalación, Luis Miguel Díaz.
El Hotel Nacional atrae a los visitantes por sus deslumbrantes galerías y jardines de inspiración arquitectónica árabe, así como por su eclecticismo, que combina elementos del art déco, neoclásico y neocolonial en su diseño.
Personas destacadas del arte, la literatura, la política, el comercio, la ciencia y los negocios frecuentan este recinto, que ofrece el Apartamento de la República, dotado de entrada privada y la necesaria discreción para un invitado del Estado cubano.
A lo largo de su historia, ilustres visitantes han pasado por sus puertas desde sus inicios, incluidos artistas y literatos como Johnny Weissmüller, Buster Keaton, José Mojica, Jorge Negrete, Agustín Lara, Tyrone Power, Rómulo Gallegos, Errol Flynn, Marlon Brando y el famoso Ernest Hemingway.
Entre las personalidades de la política y la ciencia que han estado en el hotel se encuentran Winston Churchill, los duques de Windsor, el científico Alexander Fleming, así como numerosos Jefes de Estado iberoamericanos y monarcas europeos.
Antes de 1959, sus habitaciones fueron ocupadas por célebres miembros de la mafia italo-norteamericana como Santo Trafficante, Meyer Lansky, Lucky Luciano y Frank Costello.