Foto: Jorge Luis Borges
Texto: Karla Castillo
El 22 de enero se iniciaron en Cuba las inscripciones para cuentapropistas con respecto a las nuevas tarifas de consumo de la Empresa Eléctrica de La Habana. Esta decisión, tomada por el Gobierno cubano, busca «promover servicios diferenciados en el sector no estatal del país» y se ha comunicado que «avanza favorablemente».
Todo esto es a raíz del cambio en las tarifas de consumo eléctrico que fue anunciado en 2020, el cual generó gran actividad en las redes sociales, así como diversas críticas y quejas, ya que, en resumen, con la situación actual en Cuba, «la cuenta no da».
Esta nueva modalidad de cobro por servicios desde el sector no estatal forma parte de una serie de mejoras implementadas por la Unión Eléctrica Nacional (UNE), en el marco del ordenamiento monetario que se comenzó a aplicar en la isla desde el 1 de enero de 2021.
¿En qué consiste esta medida? Marino Murillo Jorge, responsable de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, explicó en la Mesa Redonda que «todas las formas de gestión no estatal que pueden abonar por la tarifa no residencial, en términos prácticos tienen acceso a la electricidad a precios de mercado mayorista».
El ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, también aclaró en el mismo programa que para las formas de gestión no estatal se aplicarán las tarifas B1 y B6, las cuales se destinan al sector no residencial.
El objetivo es igualar las condiciones de pago del servicio eléctrico entre las empresas estatales y las no estatales, de modo que todos los actores económicos se encuentren bajo la misma tarifa.
Estas tarifas del sector no residencial se manejan según el nivel de tensión al que estén conectados los consumidores: alta, media o baja. Sin embargo, en el caso de las formas de gestión no estatal, todos están categorizados en baja tensión, según explicó el ministro.
La tarifa B1 es lineal y considera los costos fijos y variables, que dependen del precio de los combustibles y de la estructura de generación, sin contar con subsidios del presupuesto estatal.
La B6 es considerada más favorable, ya que establece una tarifa fija para cualquier cantidad de kilowatt hora que supere los 251.
Quedó estipulado que los consumidores pueden optar por continuar pagando el consumo bajo la tarifa residencial o elegir la no residencial, para lo cual deben suscribirse a un contrato con la empresa eléctrica de su área, pudiendo modificarlo cada seis meses si así lo desean.
Se informó que las formas de gestión no estatal que operan dentro del sector residencial tienen tres opciones para el pago de la tarifa eléctrica, mientras que aquellas que lo hacen fuera (por ejemplo, en un local arrendado) tienen dos variantes.
¿Cuál es el rumbo del proceso?
Según el medio Tribuna de La Habana, la Empresa Eléctrica tiene registrados en su base de datos más de 6,000 clientes en formas de gestión no estatal, la mayoría ubicados en los municipios de Playa, Plaza de la Revolución, Centro Habana y La Habana Vieja.
Desde el 22 de enero, más de 500 personas han contratado las tarifas B1 y B6, de acuerdo con la información proporcionada por la Agencia Cubana de Noticias.
Asimismo, se destacó que muchos de estos clientes operan negocios en sus hogares dedicados a la elaboración y venta de alimentos, así como al hospedaje, siendo la tarifa B6 la más popular debido a sus precios accesibles.
Para consumos de hasta 250 kilowatt/hora, los costos de esta tarifa son equivalentes a los del sector residencial. Sin embargo, al llegar a un consumo de 500 kilowatt/hora, los cuentapropistas que se inscriban en esta nueva opción podrán ahorrar hasta 470 pesos cubanos, según el informe.