Foto: Onlinetours
A partir del 15 de noviembre, Cuba implementará una reapertura gradual de sus fronteras, lo que ha generado dudas y preocupaciones en la población, que se enfrenta a un contexto epidemiológico complejo y teme que el regreso del turismo agrave la situación.
En este contexto, el Ministerio de Turismo ha establecido un nuevo protocolo para la atención a turistas y viajeros en la Isla, detallado por autoridades cubanas durante la Mesa Redonda de este jueves.
Según los participantes del programa, se han adoptado nuevas medidas para flexibilizar el protocolo de entrada al país, respaldadas por la vacunación masiva en la Isla, con el objetivo de asegurar el control de la pandemia.
María del Pilar Macías Rutes, directora general de Operaciones y Calidad del Turismo, indicó que la vigilancia se centrará en pacientes sintomáticos y en la toma de temperatura. Además, se realizarán pruebas diagnósticas de manera aleatoria.
Se exigirá certificado de vacunación a la llegada de los turistas. Aquellos que no estén vacunados deberán presentar un resultado negativo de PCR realizado dentro de las 72 horas previas a su llegada.
En caso de un positivo, se llevará al paciente a un hotel-hospital, una instalación turística habilitada por el Ministerio de Turismo y el Ministerio de Salud Pública para aislamiento y atención médica.
La directora señaló que se ha creado un programa de turismo «más higiénico y seguro», que busca cumplir con los nuevos estándares derivados de la COVID-19, mediante el cual las instalaciones son certificadas.
Hasta ahora, se han otorgado 2,259 certificados de T+HS, de los cuales 563 corresponden a instalaciones del sector no estatal. El protocolo es personalizado, ya que no todos los hoteles ofrecen los mismos servicios.
Se implementarán diversas medidas de protección:
– Mascarillas y guantes
– Separación con medios físicos como mamparas
– Desinfección para manos y superficies
– Uso de uniformes solo en las instalaciones hoteleras
– Distanciamiento físico con señalización en las zonas comunes
– Uso de áreas al aire libre para actividades de animación
– Reducción de la capacidad en los restaurantes
El gobierno se apoya en la vacunación de los trabajadores del turismo para flexibilizar las medidas previas. Hasta ahora, 45,000 personas han sido inmunizadas contra la COVID-19, y se prioriza el proceso en los polos turísticos de Guardalavaca (Holguín) y Trinidad.
El turismo es un sector clave para el desarrollo económico del país. Durante la pandemia, Cuba ha experimentado un impacto negativo significativo en el flujo de turistas. Desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto de 2021, Cuba recibió a 163,743 visitantes internacionales, lo que representa 2,960,000 turistas menos en comparación con el mismo período de 2019, un año antes de la pandemia, y 824,000 menos que en la misma fecha de 2020.
Se plantean dudas sobre la posibilidad de cumplir la meta de vacunación establecida por el Estado cubano. Hasta ahora, el 54.5% de la población ha recibido una dosis; el 42.2%, dos dosis; y el 37.2%, tres dosis. Se han administrado más de 15 millones de dosis, y para noviembre se espera alcanzar un 90% de vacunación.
En redes sociales, a pesar de la necesidad de reabrir el país, la población ha expresado su preocupación y cuestionado la conveniencia de abrir fronteras en el actual contexto, especialmente tras las experiencias de provincias como Matanzas, donde se registró un aumento de contagios y muertes. Actualmente, Cuba reporta, según cifras oficiales, 729,133 contagios desde el inicio de la pandemia y un total de 6,140 fallecidos.
Se ha instado a no subestimar las nuevas cepas del virus y a evitar apresuramientos o excesos de confianza en las vacunas. Otras incertidumbres quedan en el aire: ¿Qué pasará con el turismo interno? ¿Se flexibilizarán medidas restrictivas como el toque de queda o el cierre de playas y centros recreativos? ¿Se permitirá la salida de ciudadanos cubanos a destinos internacionales?