Recientemente, comenzaron a circular imágenes en redes sociales junto con la noticia de avistamientos de cocodrilos en el río Sagua, en la provincia de Holguín. Aunque inicialmente se trató de rumores, las autoridades del país han confirmado la situación.
La información empezó a difundirse el 26 de octubre y, poco después, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) admitió la presencia de estos reptiles en el río que cruza los municipios de Sagua de Tánamo y Frank País, en la provincia de Holguín.
En un comunicado, el ministerio señaló que, según Frank Pérez Pérez, director de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA) de la región, las observaciones realizadas hasta ahora sugieren que podrían ser tres ejemplares de la especie.
El Citma enfatiza que, hasta el momento, se desconoce el origen de los animales, como confirma la Delegación Territorial del ministerio en esa provincia. Los lugares donde fueron avistados no son su hábitat natural y no hay criaderos registrados cercanos, lo que sugiere que su presencia podría ser consecuencia de la tenencia ilegal en cautiverio por parte de particulares.
Actualmente, esta institución está colaborando con los responsables locales de Sanidad Animal y de Inspección Pesquera para evaluar las acciones a llevar a cabo para la captura, clasificación y traslado de los reptiles, con el objetivo de minimizar riesgos para los habitantes de la zona y prevenir alteraciones en el ecosistema local.
Aparte del temor generado en la población por la aparición de estos animales, su presencia en el río ha llevado a la paralización de la pesca de la angula (un pequeño pez altamente valorado en el mercado por su delicioso sabor, textura y propiedades nutricionales), según Frank Pérez.
De acuerdo con lo compartido por Alejandro Torres Gómez de Cádiz, delegado territorial del Citma en Holguín, se sospecha que al menos uno de los ejemplares es adulto y aún no se ha logrado capturarlo.
Por el momento, el especialista indicó que se está considerando el Decreto-Ley de Bienestar Animal para evaluar, junto a las autoridades locales de Sanidad e Inspección Pesquera, los riesgos para las poblaciones cercanas, las posibles alteraciones en el ecosistema provocadas por la presencia de los reptiles y las acciones de captura, clasificación, traslado y reubicación.
El proceso de captura enfrenta mayor dificultad en estos días debido a las lluvias en la zona, que han dejado el río turbio.
