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Yunior Smith, reconocido locutor y periodista de la televisión cubana, ha compartido que se encuentra en espera de ingresar a Estados Unidos. Salió de Cuba porque, como muchos cubanos, se cansó de “la mentira y la desesperanza”.
En un extenso mensaje en su perfil de Facebook, antes de intentar cruzar la frontera, criticó al gobierno cubano, describiéndolo como un sistema “endemoniado que provoca divisiones familiares, sueños truncados y vidas arruinadas por una política mezquina, cargada de orgullo, rencor y la cruel mentira que todo lo hace turbio, oscuro e incierto”.
El periodista, casado con una ciudadana estadounidense, explicó que decidió abandonar Cuba al comenzar a estudiar “las realidades de otros países y no encontrar soluciones para el mío”. “Todo empezó -afirmó- cuando noté que «el bloqueo» no es el culpable de todas las políticas fallidas que se han propuesto como soluciones redentoras de una economía muerta que no avanza. Tampoco es responsable del abuso, el engaño, la burocracia, la corrupción y las malas decisiones internas”.
Smith expresó su profunda decepción por las tiendas en MLC, señalando las mentiras que adornaron la decisión y justificaron toda la problemática. Criticó la creciente desigualdad social, el hambre y las enormes filas, factores maquillados por el “gobierno” que, según él, busca culpables entre el pueblo y aplica multas, utilizando el miedo como su mejor herramienta para mantenerse en el poder por años.
El comunicador justificó su presencia en los medios estatales, admitiendo que era víctima de conceptos adquiridos desde niño: “«todo sería mejor sin el bloqueo», «este gobierno busca el bien de todos», «un mundo mejor es posible»… Fui iluso. Tanto tiempo atragantando mentiras en el pecho puede llegar a convencer”.
Smith reveló que tiene un hermano, Kessell Rodríguez, un preso político, y afirmó que fue puesto a prueba por la Seguridad del Estado hasta que cumplió con sus demandas.
“Quienes conocían mi parentesco con un preso político, la Seguridad del Estado, hicieron todo lo posible por comprobarme, y las tareas se volvieron cada vez más exigentes. Y yo cumplí, intenté hacer mi trabajo lo mejor que pude. Era cuestión de demostrarles mi valía o perderlo todo”, apuntó.
El locutor mencionó que realizaba “reportajes siguiendo las líneas de mensajes desde «arriba»; leí, entoné, y pregunté varias veces a mi jefe: ¿qué quieres que diga?, cuando no encontraba justificaciones para defender lo indefendible, y cuando yo mismo estaba en desacuerdo con lo que me hacían denunciar”.
A lo largo de su trayectoria en el Noticiero Estelar de la Televisión Cubana y otros medios informativos, era conocido por sus críticas al gobierno estadounidense y a sistemas políticos de otros países capitalistas. Sin embargo, asegura que “nadie supo las veces que dije No”.
“Todos vieron en pantalla al Yunior Smith que criticaba a otros gobiernos, pero nadie supo cuántas veces me negué. Cuando me pidieron justificar la represión contra los manifestantes del 11 de julio por la prisión del rapero español, me opuse a esa locura, porque la censura y la persecución son inadmisibles tanto en España como en Cuba”.
“Nadie vislumbró el comentario que me pidieron sobre Yunior García, el dramaturgo y opositor exiliado en España, después del 15 de noviembre. Dije que en Cuba era necesario profundizar las prácticas democráticas y que mientras la economía estuviera en crisis, surgirían más opositores, ya que es absolutamente legítimo culpar al gobierno y su política por los males económicos de la nación. Eso fue demasiado para los directivos del noticiero”.
Su salida de Cuba se suma a la de otros periodistas del ICRT y de medios estatales que han optado por irse a Nicaragua u otros países, buscando la manera de llegar a Estados Unidos.
El mensaje de Smith ha sorprendido a muchos periodistas e internautas, considerando la crítica que siempre ejerció contra EE. UU. durante su carrera en el Sistema Informativo de la televisión cubana.
La publicación ha dividido las opiniones en redes sociales; hay quienes validan su postura y otros que la califican de oportunista, dado que la expresa justo cuando se prepara para llegar a Estados Unidos.
Al intentar ingresar a la nación norteamericana, los migrantes pueden manifestar a los oficiales de inmigración su temor a regresar a su país. El caso luego se presenta ante un juez de inmigración, quien determinará la concesión de asilo político, siempre que el solicitante demuestre que su vida corre peligro o que podría ser perseguido al regresar a su país.