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La embajada de Estados Unidos en La Habana ha emitido una alerta sobre los peligros que conlleva la migración irregular, la cual pone en grave riesgo la vida de quienes intentan llegar al país norteamericano de forma ilegal, en medio del mayor éxodo de cubanos en las últimas décadas.
En su publicación, el puesto diplomático estadounidense enumera los riesgos que enfrentan: “terrenos difíciles, falta de acceso a atención médica, trata de personas y riesgo financiero, al mismo tiempo que enriquecen a las redes criminales”.
Los peligros de la migración irregular incluyen: terreno complicado, falta de atención médica, tráfico de personas, riesgos financieros y el fortalecimiento de redes criminales. La única vía segura y legal para migrar desde Cuba es la correcta. ¡No comprometa su vida ni la de su familia! pic.twitter.com/sck8nfNZhX
— Embajada de los Estados Unidos en Cuba (@USEmbCuba) 18 de marzo de 2022
A pesar de las advertencias, son muchos los que deciden arriesgarse en esta travesía, lo que lleva a preguntarse si su situación en la isla es realmente peor que los peligros que enfrentarán en el viaje.
Los intentos desesperados por salir de Cuba han resultado en numerosas tragedias; aunque no existe una cifra exacta, es algo que todos en la isla conocen. Aun así, la migración irregular sigue aumentando.
Es común en Cuba despertar cada día con la noticia de que algún vecino, compañero de estudios o amigo ha dejado el país. Según analistas, mientras la economía continúe deteriorándose, la cantidad de personas que intentan llegar a tierras americanas seguirá en incremento.
Desde octubre de 2021, más de 46,700 inmigrantes cubanos han ingresado a EE.UU. por puntos fronterizos con México. Solo en febrero pasado llegaron más de 16,500 cubanos por vía terrestre, una cifra récord para un mes en más de dos décadas, según datos oficiales.
El gobierno estadounidense ha reiterado en múltiples ocasiones la recomendación de no arriesgar la vida en un viaje en vano, dado que sus fronteras están cerradas a la migración irregular. Sin embargo, históricamente, los cubanos han recibido un trato diferenciado.
Desde el triunfo de la revolución cubana, un gran número de cubanos ha emigrado a EE.UU., y después de este éxodo inicial ha habido varias oleadas masivas, como la de 1965 por el puerto de Camarioca, y los conocidos “Vuelos de la Libertad” entre 1965 y 1973.
Más recientemente, el éxodo del Mariel en 1980 permitió que alrededor de 125,000 cubanos abandonaran la Isla en botes. En 1994, durante la crisis de los balseros, más de 32,000 cubanos fueron admitidos en suelo estadounidense.
Tras realizar algunos trámites y esperar un poco más de un año, la mayoría de los cubanos que han llegado, ya sea de manera legal o ilegal, desde 1959 han tenido la oportunidad de legalizar su estatus y convertirse en residentes permanentes en este país. Esa es la esperanza de aquellos que se arriesgan, poniendo en peligro sus vidas y a veces las de sus seres queridos, guiados por un viejo refrán: quien no arriesga, no gana.