Matanzas: se retrasa la llegada de 8 toneladas de sal destinada a la población
Foto: Roy Leyra | CN360
La Empresa Mayorista de Productos Alimenticios de Matanzas ha informado recientemente sobre el retraso de ocho toneladas de sal provenientes de Guantánamo, lo que ha impedido completar la entrega de este producto para su venta a la población.
Según Marlen Ríos Aldama, técnica comercial de la entidad matancera, las repercusiones de esta situación se han hecho evidentes en varias áreas de la ciudad principal, aunque se logró enviar la sal correspondiente a las bodegas del resto de la provincia.
Por el déficit en la llegada de sal al territorio, declaró también que, por el momento, no se puede comercializar de manera liberada en las tiendas “Ideal”. Sin embargo, los establecimientos priorizados como escuelas, hospitales y empresas no se han visto afectados por la falta de este insumo, aseguró.
En Cuba, la Empresa de la Sal (Ensal) es la única productora de este condimento, contando con menos de diez fábricas para la extracción, procesamiento y transporte de la sal y sus derivados, según informaciones del propio Granma.
La salina de Guantánamo, desde donde debe llegar la sal a Matanzas, es la principal del país, siendo responsable de más del 46% de la producción del insumo a nivel nacional y también abasteciendo a La Habana, según datos de octubre de 2021.
La situación relacionada con la sal no ha sido muy estable en Cuba en los últimos años, según los informes publicados por el diario Granma y otros medios estatales desde 2018 —cuando se responsabilizó al huracán Irma— que en múltiples ocasiones han tenido que dar explicaciones a los consumidores sobre la escasez del producto.
Mientras esto sucede con la distribución del condimento por las vías legales, un kilogramo de sal puede costar entre 90 y 150 pesos en el mercado informal en la actualidad, donde es “relativamente” más fácil conseguirla. “Relativamente” porque, de manera esporádica, la sal también desaparece de los grupos y páginas de venta del mercado negro cubano durante varios días.
En el caso de las tiendas en MLC, el paquete de 1 kg ronda los cinco dólares, casi 500 pesos cubanos al cambio real actual.
Tan básica y elemental como es la sal en el mercado de otros países y en las cocinas de todo el mundo, en Cuba se ha convertido en un problema acceder a ella, incluso a través de la libreta de abastecimiento. No son pocos los que se quejan de la dificultad para encontrar sal para cocinar, a pesar de vivir en una isla.
¿De dónde llega la sal?
Es evidente que ninguna de las personas que ofrecen paquetes o bolsas de sal en Revolico o en los grupos de venta de Facebook, Telegram y WhatsApp tiene los medios para producirla.
Según los compradores, la sal adquirida por estas vías es la misma que han visto en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) o la que han obtenido en las bodegas estatales.
La mayoría de los anuncios presentan la marca “Caribeña”, de producción nacional. Queda claro entonces que la sal es comprada en las tiendas en MLC y revendida, o que ha sido desviada de los centros de producción y almacenamiento, ya que también llama la atención la existencia de anuncios “mayoristas” vendiendo por cantidades e incluso en sacos de 50 kilogramos.
No solo los hogares se ven afectados por esta situación. Otros consumidores más importantes, como restaurantes y panaderías privadas, también están enfrentando problemas ya que la sal es esencial para sus operaciones.