Foto: Roy Leyra | CN360
El Gobierno de los EE. UU. ha solicitado a la isla que acepte a los cubanos deportados desde territorios estadounidenses a cambio de avanzar en la tramitación de visados.
Según un informe de la agencia española EFE, una funcionaria de alto rango de la Administración estadounidense comunicó durante una llamada con periodistas que “las conversaciones migratorias de la semana pasada en Washington entre ambas partes fueron productivas”.
La funcionaria consideró que esto sería el inicio de un buen diálogo y añadió que la delegación estadounidense solicitó a la cubana regresar al acuerdo migratorio de 2017, por el cual “Cuba aceptaba a los cubanos que deportaba EE.UU., analizando ‘caso por caso’, a cambio de que Washington avanzara en el proceso de tramitación de visados fuera de La Habana”.
Según una denuncia reciente del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU (ICE), Cuba no ha aceptado ninguna deportación de cubanos mediante vuelos comerciales o chárter desde territorio estadounidense desde octubre pasado.
Por su parte, el gobierno cubano acusa a EE. UU. de “incumplir su compromiso de emitir en La Habana ‘no menos de 20,000 visas anuales a cubanos’ para emigrar al país norteamericano, tal como se acordó en 2017, un asunto que se volvió a plantear en la reunión del jueves pasado”, de acuerdo al reporte de EFE.
Las autoridades de la isla también afirmaron que esta cifra pactada no se ha cumplido desde que el gobierno estadounidense redujo la actividad de su embajada en el país tras supuestos incidentes de salud causados por el llamado “síndrome de La Habana”.
Además, la funcionaria confirmó a EFE que el Gobierno de su país “ha animado” a Nicaragua, que actualmente alberga a un gran número de cubanos que salen de la isla rumbo a la frontera de EE. UU. con México, a que colabore con este fenómeno a través de nuevas “políticas de visados”. Sin embargo, no ofreció más detalles sobre estas conversaciones entre ambos países.
La Habana y Washington reanudaron este jueves un diálogo bilateral sobre asuntos migratorios, el primero de alto nivel desde que el presidente Joe Biden asumió el poder en EE. UU.
Dichas conversaciones habían sido suspendidas desde 2018 durante la presidencia de Donald Trump, lo que significó un retroceso en el acercamiento que existía entre ambas naciones durante la presidencia de Barack Obama.