Vaycaychella, Inc. (VAYK), una compañía norteamericana de tecnología, está promoviendo un plan de alquiler de viviendas en Cuba, que funcionarán como destinos vacacionales disponibles a través de Airbnb y VRBO, con la opción de pagos en criptomonedas.
Se tiene programada una presentación interactiva en vivo para el próximo 27 de mayo, donde la empresa ofrecerá detalles sobre su estrategia para expandir su cartera de propiedades de alquiler vacacional a corto plazo en la isla.
Todo esto ocurre en un contexto donde el gobierno de los Estados Unidos ha anunciado la posibilidad de invertir en negocios privados en Cuba, dando luz verde a este tipo de inversión por primera vez en seis décadas.
VAYK es una empresa tecnológica que el año pasado lanzó una aplicación de financiación alternativa para facilitar la obtención de recursos destinados a la compra de propiedades vacacionales que generan ingresos.
“Con el aumento de las tasas de interés, la dirección de VAYK prevé un crecimiento en su base de usuarios, dado que las finanzas inmobiliarias tradicionales se vuelven más costosas”, según varios comunicados de prensa.
Además de la funcionalidad que democratiza el acceso a financiamiento para adquirir propiedades vacacionales de alquiler a corto plazo, se espera que la próxima versión de la aplicación de financiación alternativa de VAYK incluya una opción de inversión fraccionada, permitiendo que varios inversores apoyen un proyecto de alquiler vacacional a corto plazo.
De hecho, la próxima actualización representa un avance hacia la posibilidad de invertir en proyectos de alquiler vacacional a corto plazo a través de la compra de criptomonedas. La compañía ya está organizando una iniciativa para recaudar fondos mediante la emisión de una criptomoneda inicial destinada a financiar propiedades adicionales.
Como parte de su historia en Cuba, VAYK lanzó un negocio piloto de alquiler de vacaciones a corto plazo en las afueras de La Habana en 2018 y respaldó la renovación de diez propiedades de playa de estilo Art Deco, construidas originalmente en las décadas de 1930 y 1940.
Toda esta iniciativa representa “eventos futuros que conllevan riesgos e incertidumbres. Entre ellos, se incluyen las expectativas de que alguna de las empresas mencionadas logre ventas significativas, así como posibles incumplimientos de los requisitos de programación o ejecución de los contratos de las empresas”, advierten desde la compañía.