Foto: Roy Leyra | CN360
El arquitecto cubano Alejandro Manuel Silva Gonzalez ha desmentido ciertos rumores sobre el estado constructivo del nuevo hotel K23, que aún se encuentra en obras.
Los comentarios cuestionaban la calidad del hormigón, así como la seguridad y salud en las labores de la instalación, a lo que el también profesor de la CUJAE respondió directamente.
“El hormigón vertido en la obra supera una resistencia de 50 MPa y las dosificaciones utilizadas cuentan con el respaldo de laboratorios nacionales y reconocidas instituciones internacionales. El control de calidad es profundo y continuo, cumpliendo rigurosamente con las normas cubanas y extranjeras”, afirmó en un post en su perfil de Facebook.
Asimismo, precisó que la diferencia de color visible entre los elementos “se debe a la aplicación de varias fórmulas y aditivos, todos aprobados y validados”.
Por otro lado, enfatizó que la empresa constructora tiene un “alto compromiso con la seguridad y la salud en el trabajo”.
“Las áreas de trabajo están siempre cubiertas, hay mallas en todos los niveles donde no se encuentre montada la fachada o el marco de seguridad. Los trabajadores cuentan con todo el equipo de protección personal. Cualquier persona que visite la obra recibe orientación de los especialistas en seguridad y salud laboral”, argumentó.
Silva González forma parte del equipo de ingenieros que desarrolló el proyecto estructural, y ha llevado a cabo controles semanales durante más de dos años, según explicó.
“En cualquier caso, la mejor respuesta es la obra en sí misma. Decenas de estudiantes de las facultades de arquitectura e ingeniería civil de la CUJAE han visitado esta instalación.
El Hotel K23 está diseñado para ser el más alto de Cuba, con una altura de 54 metros, 42 pisos y 565 habitaciones.
La ejecución de la obra comenzó en 2018, y aunque se preveía que estuviera lista para 2022, es probable que su entrega definitiva se prolongue un tiempo más.
